En las últimas horas, las redes sociales han sido testigos de una gran polémica en torno a la transformación física del popular rapero Quevedo. Mientras muchos de sus seguidores han celebrado su nuevo look, otros han manifestado su inconformidad y crítica ante lo que consideran una presión estética que puede generar consecuencias negativas en la salud mental y física de las personas. La avalancha de elogios y comentarios positivos hacia la nueva imagen del artista ha generado un debate en torno a la estética y la presión social que se ejerce sobre los famosos y no famosos por igual. A continuación, analizaremos este tema y exploraremos las implicaciones que tiene en nuestra sociedad.
El 'tremendo glow up' de Quevedo: ¿presión estética o transformación voluntaria?
El cambio físico del artista Quevedo ha generado un gran revuelo en las redes sociales después de su concierto en Valencia el pasado sábado 29 de junio. Comentarios como El cambio físico de Quevedo es una puta locura, Se ha quedado seco o Quevedo ha desaparecido para volver con el mayor cambio físico de la historia han inundado las redes sociales.
Fuera para bien o para mal, las redes sociales están repletas de comentarios sobre el cambio físico del artista, y no ha tardado en florecer la polémica. Todo el mundo está hablando del tremendo glow up (que significa transformación física a mejor según el canon normativo de belleza) del artista tras reaparecer en los escenarios después de unos meses inactivo después de anunciar que quería poner pausa a su carrera.
La sociedad estética en el foco: Quevedo y la presión de cumplir con los cánones de belleza
Entre los comentarios, se encuentran todo tipo de halagos hacia el nuevo físico del cantante: Desapareces de la música pero vuelves mamadísimo, enamorada, que pase trucos, está buenísimo, Quevedo, ahora sí que me voy a volver más fan de tus canciones, ¿por qué todos tienen su glow up menos yo?.
Aunque algunos han comentado su cambio físico con buena intención, a modo de piropo, con comentarios como el siguiente: Quevedo desapareció medio año para hacer su mejor disco hasta la fecha y además hizo un cambio físico increíble, muchos usuarios han tildado esta reacción del público ante algo tan superficial como una muestra clara de la presión estética a la que todos estamos sometidos.
Muchos han criticado la enorme cantidad de personas que solamente se han centrado en valorar su físico y cosificarle: 'El gran cambio físico de Quevedo es hoy noticia. Ojalá nadie le haya hecho creer que su talento se incrementaría por ir al gimnasio y lucir cuerpo normativo; ojalá no interiorizara el 'nada es suficiente' tan común en el sector. Ojalá su mente esté bien, comenta un usuario en X, criticando la presión estética que sufren especialmente las personas expuestas a grandes públicos.
Pedro Soriano, enfermero y divulgador sobre salud, también ha criticado la superficialidad de los comentarios que se están viendo hoy en redes. Nos podemos hacer preguntas más interesantes como; ¿Lo hace por salud? ¿Se siente bien con ese cambio? ¿Ha utilizado alguno de estos fármacos nuevos para bajar de peso?, ha propuesto en un mensaje en X. ¡Esperemos que sea algo voluntario! (y no por presión), ha concluido el profesional de la salud.
De la misma forma que en las polémicas sobre las operaciones estéticas, nunca se puede conocer de forma totalmente objetiva los motivos detrás de la decisión de alguien de hacer un cambio físico para pasar de un cuerpo no normativo a uno que cumpla los cánones de belleza que imperan en la sociedad actual.
Sin embargo, hoy no solamente está resonando su físico, sino también un debate sobre presión estética que resulta sano para una sociedad en constante evolución que, cada día más, cuestiona actitudes de toda la vida que se habían normalizado: un síntoma de progreso social.
La presión estética en el foco
Profesionales de la psicología apuntan que la presión estética nos afecta a todos, pero esta perjudica especialmente a aquellos que viven bajo la mirada del foco mediático.
La sociedad está empezando a cuestionar actitudes que se habían normalizado y a debatir sobre la presión estética que se ejerce sobre las personas, especialmente sobre aquellas que viven en el ojo público.
El debate sobre la presión estética es un síntoma de progreso social y una oportunidad para reflexionar sobre los cánones de belleza que imperan en nuestra sociedad.
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