En el mundo de los deportes, existen logros que se consideran inalcanzables, pero Michael Phelps, el nadador estadounidense, ha demostrado ser el único deportista capaz de conquistar cinco oros olímpicos consecutivos en la historia de los Juegos Olímpicos. Esta hazaña sin precedentes ha coronado a Phelps como el más grande nadador de todos los tiempos, superando récords y expectativas en cada una de sus participaciones. Su dedicación, disciplina y pasión por el deporte han llevado a este atleta a alcanzar un nivel de excelencia que pocos han podido igualar. En este artículo, exploraremos la trayectoria de Phelps y los factores clave que lo han llevado a alcanzar este impresionante logro.
Un gigante en la lucha: Mijaín López, el único luchador que puede igualar a Michael Phelps
Hasta ahora, nadie ha ganado cinco oros olímpicos consecutivos en ningún deporte, es una tierra prometida a la que unos pocos elegidos han intentado llegar pero sin conseguirlo. De hecho, solo cinco nombres figuran en la selectísima lista de tetracampeones olímpicos en cuatro JJ.OO. seguidos y en la misma prueba: los atletas Al Oerter (disco) y Carl Lewis (longitud), la japonesa Kaori Icho (lucha libre) y los nadadores estadounidenses Michael Phelps (200 estilos) y Katie Ledecky (800 libre).
Hay un sexto nombre, y está en París para competir. Es la única persona de la historia en disposición de ganar un quinto oro olímpico consecutivo. Está en sus sextos JJ.OO., tiene 41 años y ha sido cuatro veces abanderado de su país en ceremonias inaugurales. Con su imponente tamaño de 1,96 m. y 130 kilos, se le conoce como ‘el gigante de Herradura’, por su población de procedencia, y compite en lucha grecorromana. Es cubano y se llama Mijaín López.
Un coloso antillano
Coloso antillano como el judoka francés Teddy Riner, Mijaín está por encima del bien y del mal, traspasó hace tiempo las fronteras de la leyenda. Nacido grande, se hizo fuerte trabajando la tierra que cultivaba con su familia y con antecedentes deportivos en casa –su hermano Michel, seis años mayor, fue bronce olímpico en boxeo en Atenas’04, donde debutó Mijaín con un quinto puesto- a los 10 años comenzó a practicar la lucha grecorromana y el resto de su carrera es la historia de un éxito tras otro.
En Tokio’20 se colgó su cuarto oro olímpico consecutivo sin perder un solo punto en todo el torneo, superando al legendario siberiano Alexander Karelin, considerado, hasta la eclosión de Mijaín, el luchador más grande de todos los tiempos.
Preparación y expectativas
Desde hace unos años sus apariciones son cada vez más esporádicas, pero se ha preparado a conciencia para asaltar la historia en París, hasta el punto que declinó el honor de ser abanderado cubano por quinta vez en la inauguración para prolongar unos días más en Croacia, Hungría y Bulgaria unos entrenamientos que comenzó en el balneario de Varadero, a 150 km. de La Habana, cuartel general del poderoso equipo cubano de lucha.
Después de competir aquí ya ha anunciado su retirada, pero eso mismo hizo en Tokio y aquí sigue todavía.
Por primera vez en su carrera, tanto por su edad como por el hecho de que no se prodiga excesivamente en competiciones internacionales, no figura en el ramillete de favoritos al oro, honor que corresponde al iraní Mirzazadeh, vigente campeón del mundo. Pero Mijaín calla y espera su momento, como ha hecho siempre. Sólo lanza una advertencia: “Que nadie piense que porque tengo 41 años soy viejo”.
La competición de lucha grecorromana arranca el lunes en Champ de Mars parisino, cerca de la torre Eiffel, y las medallas se repartirán el martes.
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