La falacia burocrática de la regulación merece un premio a la arbitrariedad
En un sistema regulatorio que se supone diseñado para proteger y garantizar el bien común, resulta sorprendente que la burocracia se haya convertido en un obstáculo para el progreso y el desarrollo. La regulación, lejos de ser una herramienta para fomentar la competencia y la innovación, se ha transformado en una falacia burocrática que premia la arbitrariedad y la falta de transparencia. En este sentido, es importante analizar y cuestionar los mecanismos que han permitido que esta situación se produzca y busquen soluciones efectivas para revertir este estado de cosas.
Falacia burocrática: Jurista critica descalificación de Elena Congost en Juegos Paralímpicos
El jurista Jean-Luis Dupont, experto en Derecho Europeo y abogado del influyente caso Bosman, ha criticado duramente la descalificación de la atleta española Elena Congost en la maratón de los Juegos Paralímpicos de París, donde había obtenido la medalla de bronce. La descalificación se produjo después de que Congost soltara la cuerda que la unía a su guía, Mia Carol Bruguera, a escasos metros de la meta, para evitar que se cayera.
Esta estupidez reglamentaria merece sin duda la medalla de oro a la injusticia, declaró Dupont en un comunicado. El jurista considera que la decisión del Comité Olímpico Internacional atenta contra el derecho de la atleta a la libre prestación de servicios que garantiza el Derecho comunitario.
Congost había entrado tercera en meta, junto con su guía, con un tiempo de 3:00.48, marca personal. Sin embargo, en los últimos metros de la carrera, la guía sufrió calambres y Congost la ayudó a mantener el equilibrio soltando la cuerda durante un breve instante, lo que provocó su descalificación.
Me gustaría que todo el mundo sepa que no me han descalificado por hacer trampas, sino que me han descalificado por ser persona y por un instinto que te sale cuando alguien se está cayendo, que es ayudar y aguantarlo, subrayó la corredora.
Dupont, quien revolucionó el mercado laboral del fútbol en los años noventa con el 'caso Bosman' y que recientemente ha estado involucrado en la defensa jurídica de la Superliga, considera que la decisión es insostenible y sostiene que aunque -a primera vista- la injusta decisión contra Elena Congost parezca alejada del Derecho de la UE, no es el caso.
Según el Derecho de la UE, la señora Congost es una prestadora de servicios transnacionales y, por tanto, tiene derecho a que se respete su libre prestación de servicios, argumenta el abogado. Dupont amplía ese razonamiento señalando que una federación internacional o el COI no pueden interferir en su prestación de servicios de manera injustificada o desproporcionada.
Evidentemente, este es el caso que nos ocupa: privar a la Sra. Congost de su medalla (.) con el argumento de que ha ayudado a otro ser humano es un absoluto disparate reglamentario y, por tanto, constituye un obstáculo injustificado (y, a fortiori, desproporcionado) a su derecho a la libre prestación de servicios, concluyó Dupont.
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