¿Quién debe abstenerse de beber cerveza? 8 enfermedades médicas que lo prohíben
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo, pero no es apta para todos. Aunque en moderación no supone un riesgo para la mayoría de las personas, existen ciertas condiciones médicas que hacen que su consumo sea peligroso e incluso contraindicado. En este artículo, vamos a revelar las 8 enfermedades médicas que requieren abstención total de la cerveza y otros productos que contienen alcohol. Si usted o algún familiar padece alguna de estas afecciones, es fundamental que conozcan los riesgos asociados y tomen las medidas necesarias para proteger su salud.
Cuidado al beber cerveza: enfermedades médicas que lo prohíben de manera absoluta
El consumo moderado de cerveza es un hábito socialmente aceptado en muchos países. Sin embargo, un reciente estudio alerta sobre los riesgos que esta bebida puede representar para ciertos grupos de población.
El gastroenterólogo Jonathon Kung ha señalado que determinadas enfermedades pueden verse agravadas por el consumo de alcohol, especialmente de cerveza. En este sentido, es fundamental conocer las enfermedades que prohíben su consumo de manera absoluta.
Enfermedades que prohíben el consumo de cerveza
Diversos problemas de salud pueden verse exacerbados por el consumo de cerveza, sobre todo para personas que atraviesan estas enfermedades:
Enfermedades hepáticas: la cirrosis y la hepatitis son ejemplos de afecciones que pueden empeorar con el consumo de alcohol, ya que el hígado es el órgano encargado de procesarlo.
Pancreatitis: la inflamación del páncreas puede desencadenarse o agravarse por el consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades.
Enfermedades cardíacas: la cerveza puede aumentar la presión arterial y provocar arritmias, poniendo en riesgo la salud cardiovascular.
Gota: los altos niveles de ácido úrico característicos de la gota pueden verse incrementados por el consumo de cerveza, provocando episodios dolorosos.
Diabetes: la cerveza contiene carbohidratos que pueden alterar los niveles de glucosa en sangre, lo que es especialmente peligroso para las personas con diabetes.
Enfermedad celíaca: el gluten presente en la cerveza puede causar inflamación intestinal en personas celíacas.
Sobrepeso y obesidad: la cerveza aporta calorías vacías, lo que puede contribuir al aumento de peso.
Síndrome del intestino irritable: el consumo de alcohol puede empeorar los síntomas de esta afección.
Recomendaciones
Si bien la cerveza es una bebida socialmente aceptada, es fundamental tener en cuenta que su consumo no es adecuado para todas las personas. Aquellos que padecen enfermedades hepáticas, pancreáticas, cardíacas, gota, diabetes, enfermedad celíaca, sobrepeso o síndrome del intestino irritable deben ser especialmente cautelosos o incluso abstenerse de su consumo.
Ante cualquier duda, se recomienda consultar a un médico. Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
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