En un momento clave para el equipo de Ribera, su entrenador ha querido destacar la importancia del bronce obtenido en la última competición. A pesar de encontrarse en plena etapa de reconstrucción, el conjunto ha demostrado su valía y capacidad de adaptación, logrando un tercer puesto que supone un impulso importante para la moral del equipo y sus seguidores. Esta conquista es aún más meritoria si se tiene en cuenta que el equipo ha debido afrontar cambios significativos en su plantilla y estrategia, lo que hace que este logro sea un auténtico triunfo para la institución.
Ribera destaca el valor del bronce en un momento de reconstrucción para el equipo de balonmano
El seleccionador español de balonmano, Jordi Ribera, no pudo ocultar su satisfacción por la medalla de bronce conquistada por el equipo español en los Juegos Olímpicos de París. Esta medalla tiene un valor añadido ya que se logró con un equipo en pleno proceso de reconstrucción y con menos experiencia.
Veníamos con un equipo con menos experiencia y esa experiencia la teníamos que adquirir en el camino. Sabíamos que era un peaje que teníamos que pagar, que esa falta de experiencia iba a hacer que en algunos momentos nos quemase la mano, como nos quemó con Alemania, pero por eso todavía tiene más mérito esta medalla, señaló Ribera.
La falta de experiencia del equipo español pesó en momentos puntuales, como en el partido ante Alemania en las semifinales. Sin embargo, también ayudó a los 'Hispanos' a recuperarse con rapidez de ese duro golpe.
Quizá a los que vivimos lo de Tokio en donde también tuvimos que pelear por el bronce nos costó recuperarnos más, porque estuvimos prácticamente en la final, pero había muchos jugadores para los que eran sus primeros Juegos y eso ayudó a acelerar el grupo, porque si algo tiene este equipo es su capacidad para regenerarse, indicó Ribera.
Una medalla que premia la capacidad de reacción del equipo
La capacidad de reacción del equipo permitió a los 'Hispanos' ganar su quinta medalla de bronce en unos Juegos Olímpicos, y la segunda de manera consecutiva tras la tercera plaza alcanzada hace tres años en Tokio.
Yo siempre digo que no tengo medallitis. Estoy obsesionado con ganar cada uno de los partidos que tenemos y eso al final puede tener premio, pero está claro que esta medalla es muy buena para nuestro deporte y para nosotros es un estímulo para seguir trabajando, afirmó el seleccionador español.
Un Ribera que insistió en que la selección absoluta es solo la punta del iceberg de un proyecto más grande en el que están implicados todos los equipos de las categorías inferiores.
La selección absoluta es la punta del iceberg de un proyecto más grande. Un proyecto que la Federación estimula y que demuestra que el trabajo bien planificado y bien organizado puede tener su fruto, concluyó Ribera.
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