En un sorprendente giro de eventos, un vecino cansado de los ruidos nocturnos provenientes de la habitación de su vecina decidió tomar una medida inusual para hacerle saber su molestia. En lugar de llamar a la autoridad competente o hablar directamente con ella, colocó un cartel en la cama de su vecina con una queja explícita sobre el tema. Lo que no esperaba era la sorprendentemente positiva respuesta de la vecina, que no solo no se ofendió sino que incluso se mostró agradecida por la original forma en que se le hizo saber su inconformidad.
Vecina toma la justicia por su mano y coloca un cartel en la cama de su vecina quejándose de los ruidos nocturnos, y la respuesta es sorprendente
La convivencia entre vecinos no siempre es un camino de rosas. En algunas comunidades, la paz y la armonía reinan, mientras que en otras, las disputas están a la orden del día. Uno de los problemas más comunes que enfrentan los vecinos es la falta de conciliación del sueño, y eso es exactamente lo que le ocurrió a una vecina de una comunidad de nuestro país.
La paciencia de la vecina se agotó cuando su bebé de 5 meses no podía dormir la siesta debido a los ruidos nocturnos. Decidió tomar medidas drásticas y dejó un cartel en una de las paredes del bloque con un mensaje escrito.
El cartel que cambió todo
El cartel decía: A la vecina del 2ºB. Casi todos los días a la hora de la siesta me despierta a mi bebé de 5 meses. Lo despierta con los gritos, los 'aissss', los 'me duele', los 'dios', los 'por ahí no', los 'me corro' y esa retahíla sexual de la cual hace honor. La vecina no se detuvo allí y agregó: Aquí le dejo un poco de lubricante para que la cosa sea más llevadera y así pueda fllar con menos sufrimiento y más calma. Atentamente, la vecina del 2ºA. Por cierto, yo también fllo y no se entera ni Dios.
La vecina esperaba que su carta zanjara el problema, pero no se esperaba la respuesta que recibiría.
La respuesta sorprendente
La vecina del 2ºB respondió con un cartel que decía: Vecina del 2ºA. Aquí tienes tu lubricante, no lo necesito. Yo a la hora de la siesta es imposible que pueda despertarte al niño con mis gritos, ya que no estoy en casa, pues trabajo hasta las diez.
La respuesta continuaba: El que sí está a esas horas en mi casa es mi novio. Mejor dicho, estaba a esas horas, porque ya la siesta, el desayuno, el almuerzo, la cena y la ducha lo hace en casa de la hija de p*ta de su madre. Gracias.
La vecina del 2ºA había descubierto sin querer una infidelidad, y no solo eso, sino que toda la comunidad de vecinos se enteró del asunto después del intercambio de carteles.
El perfil de Twitter @extinguiendor hizo público este rifirrafe entre vecinos, y la reacción fue inmediata. En pocos días, la publicación acumuló más de 1 millón de visualizaciones y casi 50.000 'me gusta'. Los comentarios también fueron sorprendentes, con usuarios que decían Para esto tengo Twitter o Es buenísimo. Otro usuario agregó: Hay historias que podrían ser cortometrajes.
Este incidente es un ejemplo claro de que, a veces, la justicia por mano propia puede llevar a resultados inesperados y sorprendentes.
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