La sorpresa y el asombro se han apoderado de un extranjero que ha tenido la oportunidad de presenciar por primera vez la tradición española de la aguas en una boda. Esta costumbre, tan arraigada en la cultura española, ha dejado al visitante con la boca abierta y sin palabras. Es una locura, aseguran amigos y familiares del novio, que no pueden creer la reacción del extranjero. La tradición de las aguas, que consiste en arrojar agua a los recién casados justo después de la ceremonia, es un rito de paso que se ha convertido en una parte integral de las bodas españolas. Sin embargo, para aquellos que no están familiarizados con ella, puede resultar una experiencia verdaderamente sorprendente.
Un estadounidense asombrado por la tradición española de las 'aguas' en bodas: 'Es una locura'
Uno de los mayores inconvenientes de mudarnos a un país a miles de kilómetros de nuestro hogar, sea por el motivo que sea, es adaptarse a la cultura y las costumbres de ese lugar. Y para adaptarse, hay que hacerlo, en la mayoría de los casos, a la fuerza.
Es exactamente lo que le ha ocurrido a un estadounidense que vive en España y que todavía no da crédito a lo que tuvo que presenciar hace unos días. Todo por culpa de su pareja, que no le había explicado previamente cómo celebramos en nuestro país una boda. Y es que aquí lo de las celebraciones y las fiestas nos lo tomamos muy en serio.
He ido a mi primera boda española, una de las mejores y más bonitas experiencias de toda mi vida. Pero tengo un problema con las bodas españolas, y probablemente no iré a ninguna más durante un tiempo, explicaba el tiktoker @permanentmarcus1 en un vídeo que no tiene desperdicio.
Si todo era perfecto, ¿dónde estaba el problema? Pues lo cierto es que no tardaría en revelarlo.
Llegamos a las 12 del mediodía y nos llevaron en autocar a una villa. Las bodas en España se hacen en una villa, lejos de la ciudad, y llevan a todos los invitados juntos en un autocar. Dicen que es por motivos de seguridad, así quienes quieren beber no tienen que preocuparse por conducir. Genial, eso lo entiendo, confesaba el tiktoker.
El problema es cuando te tiras 12 horas, de las 12 del mediodía hasta medianoche, y tienes que estar de fiesta con las mismas personas. 12 horas o 12 horas y media. Es como una jornada laboral. Y nadie me avisó. Y el problema es que, como íbamos en autocar y no podía conducir, no podíamos irnos. Es como estar secuestrado y obligado a estar de fiesta durante 12 horas. Obligado a beber durante 12 horas. Era un rehén, una víctima. No lo pienso hacer durante un tiempo a menos que pueda conducir, relataba este usuario.
Y lo peor es que, lejos de solidarizarse con el tiktoker y admitir que, en efecto, las bodas españolas son una auténtica maratón, la mayoría de comentarios iban en la misma línea. Todos se fijaron en lo mismo, en el mismo detalle del relato.
A medianoche salió el primer bus. Había otro a las 2:30 seguro, aseguraba un usuario. Pues fue una boda bien corta, normalmente hasta las 3 de la madrugada, señalaba otra. ¿Sólo hasta medianoche? No puede ser, si lo normal es que duren hasta las 7, añadía un tercero.
Es evidente que, para este estadounidense, la experiencia de una boda española ha sido una auténtica sorpresa cultural. Y, aunque puede que no sea la experiencia más habitual para los españoles, es cierto que nuestras bodas pueden ser una verdadera locura para aquellos que no están acostumbrados.
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