En un movimiento que sorprende a la comunidad del deporte de combate, Saudí Arabia se suma a la lista de inversores en la Ultimate Fighting Championship (UFC). La noticia ha generado un gran revuelo en el mundo del deporte, ya que se conoce la estrecha relación entre la monarquía saudí y el mundo del petróleo. Ahora, los petrodólares saudíes llegan a la Octágono de la UFC, lo que puede tener un impacto significativo en la forma en que se desarrolla el deporte de combate en el futuro. ¿Cuáles son las implicaciones de esta alianza y qué cambios podemos esperar en el mundo del MMA?
La UFC aterriza en el Octágono Saudí: un nuevo acuerdo entre la empresa y el reino de Oriente Medio
La Ultimate Fighting Championship (UFC), una de las principales promotoras de artes marciales mixtas (MMA) del mundo, ha firmado un acuerdo estratégico con el reino de Arabia Saudí. Este acuerdo supone un nuevo paso en la expansión de la UFC en el mercado árabe y el Oriente Medio.
La noticia se anuncia en un momento en que las principales categorías deportivas, como la Fórmula 1, el tenis, el Dakar y la Supercopa de España de fútbol, entre otros, han sido influenciadas y transformadas por los petrodólares del régimen de Arabia Saudí.
La competición propiedad de Dana White, fundador y CEO de la empresa, ha anunciado una ampliación de sus acuerdos comerciales con el reino de Oriente Medio. El nuevo acuerdo sitúa en primer plano al Riyadh Season, un festival anual del deporte y entretenimiento que transcurre a lo largo del invierno y la primavera en el país.
La celebración patrocinará el primer evento de la UFC en el espectacular The Sphere de Las Vegas, un UFC 306 donde podría defender su título del peso pluma el español Ilia Topuria, a falta de confirmación oficial de la compañía.
La principal novedad en el programa conjunto de la UFC y el reino de Arabia Saudí es la preparación de un evento numerado a finales de 2024 o principios de 2025. Esto podría afectar también los planes de la compañía para desembarcar por primera vez en España, previsiblemente en el nuevo Santiago Bernabéu de Madrid.
El gran evento planeado en territorio saudí formaría parte del festival que ejercería como uno de los principales partners de la disciplina reina de las MMA de aquí en adelante. Esto es un fuerte mensaje para el mercado, estamos trabajando con todo el mundo, declaró el ministro del gobierno y máximo responsable de entretenimiento del país, Turki Alalshikh.
La WWE ha llevado ya desde 2018 realizando al menos una de sus grandes veladas del año en Arabia, y la fusión el año pasado de la UFC y la WWE bajo TKO no ha hecho otra cosa que estrechar el vínculo entre el país y la disciplina.
Desde el primer día, el objetivo de la compañía ha sido llevar el deporte alrededor del mundo. Así lo haremos en el reino de Arabia este año y el siguiente. Entrar en un nuevo mercado es genial, y esperamos dar un espectáculo único para la gente del país. Cuando alguien presencia uno de nuestros eventos, todo el mundo que sale tiene ganas de volver, manifestó Dana White tras la firma del acuerdo.
La UFC es solo el último ejemplo de la intensa política de promoción del país a través del deporte que el gobierno saudí lleva implementando a modo de sportwashing, un fenómeno surgido ya durante los tiempos de Adolf Hitler y la Alemania nazi, que usaron como escaparate de su régimen autoritario los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Otro ejemplo prominente reciente de este fenómeno, denunciado por organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, fue el Mundial de la FIFA celebrado en Qatar a finales de 2022.
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