La Real Madrid sacude la Europa con un rotundo 2-0 en partido de exhibición
En un partido que prometía emocionar a los aficionados, el Real Madrid no defraudó y logró un contundente 2-0 en un encuentro de exhibición que dejó a la Europa con la boca abierta. La noche del estadio Santiago Bernabéu fue testigo de una exhibición de fútbol de alta calidad, donde los merengues demostraron por qué son considerados uno de los equipos más importantes del mundo. Con goles de Karim Benzema y Vinicius Junior, el conjunto blanco se impuso con autoridad y demostró su superioridad en el terreno de juego.
La Real Sociedad regresa a la senda del triunfo con un rotundo 2-0 en partido de exhibición
Mediodía plácido y europeo para una Real Sociedad que hace su parte y engorda sus diferencias con sus perseguidores, que jugarán este domingo con una presión añadida. Victoria de manual, obligada, ante un oponente demasiado relajado para competir.
Necesitaba la escuadra txuri urdin un agitador y lo encontró en Sheraldo Becker, que puso la salsa procedente de Surinam para endulzar un mediodía de sábado feliz en Donostia. Era una Real con muchas e importantes bajas, pero forzada a ganar tras tres encuentros sin hacerlo para no verse arrollada por los lobos que vienen por detrás. Cumplió el expediente y por fin brindó una alegría a su parroquia gracias al turbo con el que juega Becker, refuerzo de invierno de primer orden, y la clase en la conducción de un Turrientes que se está doctorando.
Tres puntos más, un partido menos. Nadie lo pondrá tan fácil como Las Palmas en los cuatro partidos que restan. Presión ahora para Betis, Valencia y Villarreal. El aita cumplió con su parte.
Ataque revolucionario
Imanol buscó un electroshock desde el diseño del 'once' inicial y decidió transformar su ataque con la introducción de André Silva y Becker en el lugar habitual de Take Kubo y Barrene. Casi más sorprendente que la suplencia del japonés fue la titularidad del portugués, que esta misma semana había declarado estar mejor que nunca en una entrevista fomentada por su entorno, en la que también declaraba que quería quedarse, pese a que no era titular desde el pasado 2 de marzo y que la Real no había ganado ninguno de los seis partidos de Liga en los que había sido titular.
Cuatro cambios en total, con Turrientes haciendo del lesionado Zubimendi y Pacheco del sancionado Zubeldia. La costó horrores fluir a una Real que tenía el cuero, pero era incapaz de encontrar los espacios. Lo buscó casi siempre por el flanco de Becker, el derecho, ya que en el derecho, Oyarzabal, que ejercía de segundo ariete junto a Silva, le dejaba todo el carril a Galán.
Pasaban los minutos y parecía que no le importaba a nadie. Las Palmas, con una buena distribución en el campo y gran trato al balón, estaba a gusto. E incluso dispuso de una ocasión en un balón mal despejado por la Real, pero el tiro de Perrone, lo despejó abajo Remiro.
El sol parecía aplatanar a jugadores y aficionados, que no vieron un disparo de la Real prácticamente hasta el minuto 34, momento del 1-0, que fue obra de Suárez en su propia portería. Merino había cabeceado al larguero pero en fuera de juego y nadie había sido capaz de rematar un centro de un profundo Galán sin la oposición del portero.
Sacudida de Turri y gol
El choque necesitaba una sacudida, un giro de guion. Y se lo dio Turrientes, que convirtió una secuencia de pases más en una ocasión de gol gracias a ese control hacia adelante que hace tan característico y personal. De repente, el tran tran fue vértigo y el fútbol espeso pasó a fluir. El de Beasain protegió el cuero y lo condujo para lanzar a Becker, que trazó una diagonal rasa con marchamo de gol. Estaba Oyarzabal, al límite del fuera de juego, tras varios rebotes, lo empujó Suárez a gol. El encargado de la megafonía se lo quiso adjudicar a Silva, que ni estaba cerca.
A partir de ahí, todo fue más fácil porque si Las Palmas ya estaba mentalmente en las Maldivas, fue entonces cuando se pidió el mojito. Y eso que reaccionó al inicio, cuando Marvin tomó la espalda de Pacheco y obligó a Remiro a realizar una parada tan inverosímil e invisible que el árbitro pitó puerta.
Becker deleita Anoeta
En puertas de un descanso de bocadillo para comer, Becker dio la alegría del mediodía. Brais robó tras un saque de banda, se coló entre Kirian y Perrone con suma facilidad y asistió al surinamés, que sorprendió con un misil al primer palo que hizo astillas la parte inferior del larguero antes de entrar. Por fin se vino arriba Anoeta. Qué ganas de Dale Cavese.
Los primeros minutos de la segunda parte fueron de puro deleite, frenesí con sabor de Surinam. Becker hizo trazas a Las Palmas con una velocidad imponente y se vino arriba con dos disparos desde la frontal que a punto de estuvieron ser el 3-0. El que sí lo celebró fue Pacheco, pero su delirio duró unos segundos. Silva remató con el hombro al larguero y del rechace se benefició el baztandarra para empujar a la red con la testa. pero en fuera de juego. Danza ritual de espaldas interruptus en la grada.
A partir de ese inicio, y con el carrusel de cambios, hubo una especie de pacto de no agresión. La Real dejó de apretar y Las Palmas bastante tenía con no desangrarse más. Salió Sandro y recibió la ovación del respetable.
Quizá la Real se dejó llevar en exceso y prefirió conservar lo conquistado. Remiro tuvo que despejar un centro con cicuta de Marvin y Moleiro remató al aire tras una jugada de Sandro. Kubo salió ¡en el 88'! y Sadiq ni lo hizo de nuevo.
La Real duerme a cinco puntos del séptimo y a siete del octavo. Y a descansar para Montjuïc.
Real Sociedad: Remiro; Odriozola (Aritz, min.78), Pacheco, Le Normand, Galán (Aramburu, min.78); Turrientes; Oyarzabal, Brais (Zakharyan, min.70), Merino, Becker (Kubo, min. 88); André Silva (Barrene, min.70).
Las Palmas: Valles; Suárez, Coco, Mika Marmol (Araujo, min.71), Sinkgraven (Sergi Cardona, min.58); Marvin, Moleiro, Perrone (Muñoz, min.58), Kirian, Benito Ramírez (Fabio, min.75); Munir (Sandro, min.58).
Goles: 1-0. Suárez en propia meta (min.34). 2-0: Becker (45+1).
Árbitro: Ortiz Arias. Amonestó a Galán (min.18), Le Normand (min.40), Sergi Cardona (min.66)
Espectadores: 29.330 en Anoeta.
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