La NBA tiene un nuevo trío: Jokic, Murray. y ¡Rusia!

La NBA tiene un nuevo trío: Jokic, Murray. y ¡Rusia!

En un movimiento que ha generado gran expectación en el mundo del baloncesto, la NBA ha visto nacer un nuevo trío que promete revolucionar la liga. Nikola Jokic, el jugador serbio que ha llevado a los Denver Nuggets a la cima del éxito, se une a Jamal Murray, la joven promesa estadounidense que ha demostrado ser una piedra angular en el equipo. Pero el tercer miembro de este trío no es otro jugador, sino todo un país: Rusia. La influencia del baloncesto ruso en la liga norteamericana ha ido en aumento en los últimos años, y ahora parece que este trío tendrá un papel clave en la configuración del futuro de la NBA.

La NBA se atonta con el trío de ensueño: Jokic, Murray y el regreso de Russ

Uno es puro instinto y el otro es puro cerebro. Uno es la frenética y potente velocidad andante y el otro la pausada e infalible mente pensante. No puede haber dos MVP más antagónicos -por lo menos en la historia reciente de la NBA-, que Russell Westbrook y Nikola Jokic, el punto y la “i” en apariencia -un base de 1,93 y un pívot de 2,11-, dos maneras diametralmente opuestas de interpretar y ejecutar el baloncesto.

Pero por algo debe ser que el tres veces mejor jugador del mundo y el más inteligente -por eso mismo es el mejor-, que Jokic ha pedido la incorporación del MVP de 2017. Como ejerciendo el elegante y respetable ejecutivo que el serbio parece cuando se enfunda su suit al llegar a los partidos, el Joker ha estado presionando en los despachos para que le traigan a Russ.

El Joker pide la incorporación de Russ: ¿Un trío inviable en Denver?

Y los Nuggets le van a conceder al deseo al General Manager Nikola Jokic. Como reportó ayer Adrian Wojnarowski, Los Angeles Clippers han traspasado a Westbrook a los Utah Jazz a cambio de Kris Dunn, un intercambio de segunda ronda de draft y dinero.

El siguiente paso es que los Jazz y Russ negocien un buyout para que el base quede libre y pueda firmar con los Nuggets, lo que significa que ambas partes tienen que negociar qué parte de su salario el año que viene se lleva el jugador para cortarle. Westbrook, de 35 años, activó su opción de jugador con los Clippers para renovar por una temporada y 4 millones.

Nikola Jokic y Russell Westbrook, el par de baile perfecto para Denver

Lo más llamativo a primera vista es el nacimiento de un nuevo trío de astros en la NBA con Nikola Jokic, Russell Westbrook y Jamal Murray. Pero la futura incorporación de Russ al campeón de 2023 deja varias lecturas e interrogantes.

La primera es que Denver alivia su necesidades y de alguna manera detiene el declive de su roster. Y es que debido a los cada vez más restrictivos límites salariales -y con la millonaria renovación de Murray a la vuelta de la esquina-, los Nuggets han visto desmantelarse su plantilla sin parar, perdiendo entre el pasado verano y el presente fundamentales actores de rol como Bruce Brown, Jeff Green, Kentavious Caldwell-Pope y Reggie Jackson.

Pero la incorporación de Westbrook genera cierto escepticismo viendo la individualista naturaleza de Westbrook y la colectiva de Denver, fundamentada en el entramado de pases y cortes en un sistema en el que todo gira en torno a la única visión de juego de Nikola Jokic. Russell Westbrook es un sistema en sí que necesita que todo orbite a su alrededor para triunfar con Oklahoma como paradigma.

Sumado a su edad, el MVP de 2017 tuvo que acabar saliendo desde el banquillo tanto en los Lakers de LeBron y Davis como en los Clippers de Kawhi, George y Harden pese a empezar de titular porque necesita su espacio y este lo encontró en la segunda unidad como base manejador y principal o importante foco ofensivo.

Aparte de su esencia, un eléctrico base penetrador, Westbrook no tiene suficientes habilidades para encajar con otros astros. Ni suficiente movimiento al margen del balón, ni tan siquiera un fiable tiro exterior a pies parados, con un 27% en triples el año pasado y un bajo volumen (2 intentos por encuentro).

Un trío inviable. si juegan juntos. Por todas estas razones, es imposible concebir un trío Jokic - Murray - Westbrook por muy bonito que quede el póster, aunque los tres pueden marcar la diferencia por separado.

Murray es el innegociable base titular y Russ ni tiene el suficiente repertorio al margen del balón -una virtud que tendría que asimilar con los 36 años que cumplirá en noviembre-, ni es una amenaza exterior suficiente como para abrir la pista. Sus porcentajes de tres tampoco alcanzan el 30% desde las esquinas.

Murray cumple ambos requisitos, pero es difícil imaginar que su rol quede reducido y al final Westbrook viene para ser el base suplente de apoyo que le falta al canadiense. Russ ya está naturalizado al papel de salir del banquillo y está dispuesto a aceptar un salario de mínimos para alivio de una masa salarial saturada a cambio del valioso honor de enfundarse el anillo que le falta.

Sin embargo, el base californiano encaja con Nikola Jokic, quien vería en él otra pareja de baile ideal. No tiene un repertorio tan variado como el de Murray, quien puede convertir cualquier mano a mano en un triple, pero tiene un primer paso más potente que el canadiense para penetrar.

Lo bueno de Jokic es que se adapta a lo que sea para hacer mejor a los demás pues él no necesita anotar para sentirse bien, y los bloqueos del serbio más un buen spacing son el caldo de cultivo ideal para que Westbrook penetre cual cuchillo. La amenaza exterior de Jokic le abre aún más el camino al aro en otra fortaleza de una sociedad que puede generar mucho también con la capacidad pasadora de Westbrook, buen asistente aunque a partir de sus jugadas individuales.

La contraindicación, que una mala noche de un Russ agresivo expone a Denver a defender transiciones, lo que no es más adecuado para Jokic. El MVP de 2017 puede ser el referente que faltaba en la segunda unidad de Denver, pudiendo dar más tregua a Jamal Murray. La incorporación de un versátil pívot como Dario Saric también le da a Westbrook un contexto ideal para ser él mismo saliendo desde el banquillo.

La apuesta es arriesgada a ojos de muchos pero los Nuggets necesitan un efervescente estimulante como el enérgico Russell Westbrook para alegrarse el verano. Y si el Joker lo pide, por algo será.