La epopeya de Léon Marchand: cómo se creó la leyenda de un nadador revolucionario

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La epopeya de Léon Marchand: cómo se creó la leyenda de un nadador revolucionario

En el mundo del natación, pocas historias han generado tanto impacto y admiración como la de Léon Marchand, un joven francés que ha revolucionado la disciplina con sus destacadas actuaciones. Desde sus primeros pasos en el mundial junior hasta su consagración en los Juegos Olímpicos, Marchand ha demostrado ser un atleta fuera de serie, capaz de batir récords y dejar a la competencia en el camino. En este artículo, exploraremos la trayectoria del nadador que ha conquistado los corazones de los aficionados y se ha convertido en una leyenda viviente de la natación.

La leyenda en ciernes: cómo Léon Marchand se convirtió en el nadador más revolucionario de la historia

El email que cambió la vida

Todo comenzó con un correo electrónico. En 2021, cuando estaba en la Arizona State University, Léon Marchand mandó un correo electrónico a Bob Bowman pidiéndole que le entrenara. Fue un movimiento osado.

En aquel momento, Bowman y Marchand jugaban en dos ligas completamente diferentes. El 'coach' estaba considerado el mayor gurú de la historia de la natación, el hombre que había tutelado toda la carrera de Michael Phelps y el que le convirtió en la mayor leyenda de la historia de la natación, con 23 oros en JJ.OO. Marchand era un desconocido nadador francés de 19 años, con pedigrí genético –su padre, Xavier, nadador, fue dos veces finalista olímpico en Atlanta'96 y Sydney'00 y su madre, Céline Bonnet, nadó en Barcelona'92- y marcas prometedoras, pero nada más.

El encuentro que cambió la historia

El encuentro que cambió la historia

Bowman no sabía quién era el chico, pero tras echar un vistazo a sus cronos, aceptó. Quizá porque, por su versatilidad y por su programa de pruebas, le recordaba mucho al prodigio de Baltimore. Phelps nadaba 200 libre, 100 y 200 mariposa y 200 y 400 estilos; Marchand no nada libre y en lugar del 100 mariposa prefiere un 200 braza con el que ningún estilista, por bueno que sea, se atreve si está en su sano juicio.

La química entre ambos surgió de inmediato. Tras tres años en Arizona, Léon siguió al técnico hasta la Austin, donde Bowman aceptó el cargo de responsable del equipo masculino de natación de la Universidad de Texas. Como sucedía con Phelps, formaron un binomio indisoluble, el éxito de uno no se entiende sin la guía del otro.

El ascenso a la gloria

Consciente de que Léon era un talento excepcional que había que tratar con mimo, la Federación Francesa de Natación recurrió a Bowman para ser el entrenador en jefe del país. De nuevo aceptó, poniendo un pie a cada lado del Atlántico: trabajó para Francia en el Mundial de Hungría en 2022, y en 2023 estuvo a cargo de Estados Unidos en el Mundial de Japón, donde Marchand batió el récord del mundo de 400 estilos que estaba en poder de Phelps desde Pekín'2008.

En estos JJ.OO. de París en los que Marchand se ha convertido en el héroe nacional, Bowman (59 años) vuelve a llevar la camiseta 'bleu'. Pese a conocer sus capacidades como nadie, ni siquiera el propio 'coach' es ajeno al asombro que genera su pupilo, especialmente después de conseguir dos oros individuales el miércoles en la misma jornada, el 200 mariposa y el 200 braza, en una exhibición sin apenas precedentes: hay que remontarse a 48 años atrás para encontrar un nadador olímpico que ganara dos oros el mismo día, la alemana del Este Kornelia Ender en Montreal'76.

El orgullo del coach

Estoy tan orgulloso de él… No sé si he visto nunca nada igual, dijo Bowman tras la exhibición de superpoderes de Léon en una piscina de La Dèfense rendida a sus pies y que rugió como nunca en el memorable último largo del 200 mariposa, en el que Marchand sacó casi un segundo al plusmarquista mundial, el húngaro Kristof Milak.

Honestamente, esto para mí es cumplir una promesa que le hice a un chico tres años atrás, y ha sido un reto enorme para él pero también para mí, añadió el 'coach', que explicó que, hasta hace sólo una semana, trató de persuadir a Marchand de que eligiera sólo una prueba, 200 braza o 200 mariposa, y descartara la otra. Fue cosa suya, tenía mucha confianza. Decía: 'vamos a ver qué tal van las calificaciones'. Y luego: 'ahora a ver qué tal las semifinales'. Para ser honestos, él sabe más que yo.

El camino hacia el futuro

Con un cuarto oro individual por ganar aún, el 200 estilos, Bowman ya aconseja a Marchand sobre lo que le espera después. Y sabe muy bien de lo que habla porque ya lo vivió con Phelps y la experiencia casi acaba mal. Él aún no lo sabe pero tendrá que sobrevivir al éxito. Yo sé exactamente lo que viene ahora, advierte. De un modo u otro tendrá que encontrar su camino de regreso a una piscina en Austin. Si lo consigue, creo que todavía tiene margen para mejorar. Pero ahora disfrutemos un poco del éxito.

Luis Gutiérrez

¡Hola! Soy Luis, autor en El Alcoraz, un periódico independiente especializado en fútbol y deportes. Mi pasión por la actualidad deportiva me impulsa a ofrecer las últimas novedades con la máxima objetividad y rigor. ¡Descubre junto a mí todo lo que necesitas saber sobre el emocionante mundo del deporte!

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