Kubo e Imanol indignados por el gol anulado
En un partido reciente, los jugadores Kubo e Imanol del equipo de la Real Sociedad se mostraron indignados tras un gol anulado por el árbitro. La polémica surgió cuando, tras una jugada magistral, Kubo logró marcar un gol que hubiera significado la ventaja para su equipo. Sin embargo, el árbitro decidió invalidar la anotación alegando una supuesta falta previa. Esta decisión generó controversia en el mundo del fútbol y ha levantado críticas por parte de los jugadores, el cuerpo técnico y los aficionados. Kubo e Imanol expresaron su descontento con la situación, asegurando que el gol era válido y que la decisión arbitral influyó en el resultado final del encuentro.
Kubo e Imanol expresan su indignación por gol anulado en polémico partido
No fue un partido exento de polémica. Ya con 0-1 en el marcador, la Real apretó, mordió y, fruto de esa intensidad, marcó un gol que tenía que ser el del empate, en entre otras cosas porque el árbitro lo dio por válido. Pero lo anuló a instancias del VAR, lo que generó un clima de indignación en la caseta realista, pese a que las imágenes dictan que existe un contacto, más o menos ligero, de Barrene a Tchouameni cuando éste pierde la pelota, aunque es cierto que el francés se deja caer del todo cuando siente que le van a arrebatar el esférico.
El más indignado, y claro, sobre la jugada, fue Take Kubo, el autor del gol anulado, que en los micrófonos de Movistar dijo: “Barrene va a robar y lo único que puedo comentar es que el jugador que pierde el balón se duerme. No sé qué pasará en la Champions, pero creo que no se pita”. Esta misma frase se le trasladó a Imanol en su rueda de prensa. Y el técnico oriotarra, sin querer meterse en charcos, mostró su sintonía con su jugador: “Yo lo comparto, pero prefiero no hablar”.
Fue la manera de expresar su desacuerdo con la resolución final de la jugada, pero sin incurrir en posibles desconsideraciones punibles. Era evidente que Munuera Montero la iba montar y la montó. La clave de la jugada es que él ve esa acción, está cerca y no la sanciona. No le parece falta en primera instancia. Y es interpretativa porque hay que valorar si el contacto es suficiente para derribar a un jugador tan atlético como Tchouameni.
Busquets Ferrer le insta a mirar en el monitor y ahí, con la imagen detenida y la bota del donostiarra en la pierna del madridista, Munuera se ve obligado a anular un gol que había celebrado como endemoniado Kubo y también toda la grada.
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