Joel Embiid, el 'bandido' que se ha convertido en héroe con el Team USA.
El jugador de baloncesto camerunés Joel Embiid ha sorprendido a todos con su imparable juego en la selección estadounidense de baloncesto, el Team USA. Desde su llegada a la Liga NBA, Embiid ha sido conocido por su fuerte personalidad y su forma de jugar agresiva, lo que le ha valido el apodo de bandido entre los aficionados. Sin embargo, en la reciente competición internacional, el jugador de los Philadelphia 76ers ha demostrado que también puede ser un líder y un héroe para su equipo, llevando al Team USA a la victoria en varios partidos clave. ¿Qué ha cambiado en Embiid para que se haya convertido en un héroe para su país?
De villano a héroe: Joel Embiid redime su imagen con un título olímpico con Estados Unidos
El villano salió redimido del clamor de París. Joel Embiid, el proscrito para el apasionado y patriótico público francés, el traidor para ellos que desacreditó el honor de defender a Francia eligiendo a Estados Unidos, se regocijaba en su victoria, mostrando reiteradamente ese oro olímpico en el acto de entrega de medallas a una grada en cólera. Saboreaba por primera vez lo que es ganar.
Un honor más para LeBron James, Stephen Curry y Kevin Durant. El primero para Embiid. El ruido enfrentamiento con el público francés y el sinfín de escenas del pívot echando más leña al fuego ha eclipsado en parte la necesidad vital que tenía que satisfacer y ha satisfecho: su primer título.
La búsqueda de la gloria
Joel Embiid fue MVP en 2023, pero, a sus 30 años, no sólo no había logrado un éxito colectivo, sino que ni siquiera había estado cerca. Incapaz de poner fin a la maldición que persigue a los Philadelphia 76ers desde 2001, y encarnando en parte ese componente de fatalidad que ha acompañado a los de Pennsylvania desde entonces con sus lesiones en playoffs, Embiid no ha superado las Semifinales de Conferencia.
Un desfile de fracasos que se le achacan al interior en gran parte por no haber dado la talla en los momentos decisivos para quedarse en estrella con asterisco, una que ofrece un rendimiento bestial en temporada regular pero que se derrumba en playoffs. La imagen de Embiid encogiéndose ante Al Horford en el duelo de segunda ronda de los playoffs de 2023 y la posterior reprimenda de P.J. Tucker por su timidez es una de las más escenas definitorias del Embiid de playoffs.
La redención
Pero la imagen que quedará del camerunés en París, rifirrafes con el público francés aparte, será la determinación con la que atacó a Nikola Jokic en el agónico duelo de semifinales ante Serbia (95-91). En la ronda de tan traumático nombre para él -aunque en este caso es la ronda previa a la final-, Joel Embiid liberó su carácter y talento de MVP contra el reinante en el momento más delicado para Estados Unidos en estos Juegos.
Cual competidor despiadado, Embiid golpeó varias veces en el último cuarto a un Jokic con cuatro faltas, poniendo toda la presión sobre el ancla que sostuvo la exhibición de Serbia la mayor parte del partido. Conscientes de lo que significaba tal pulso para él, sus compañeros del Team USA prepararon la escena para que Embiid pudiera quedarse a solas con la estrella de los Nuggets. Un duelo entre MVPs en la intimidad en el que el astro de los Sixers desnudó al Joker.
La eficiencia y la valentía
El africano firmó en la semifinal 19 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 1 tapón en 26 minutos con un 8/11 en tiros de campo y un 2/3 en triples, pero la estadística que demuestra el paso que dio al frente es sus 7 puntos en ese parcial decisivo. Siempre se le había reprochado a Embiid esas inexplicables dimisiones en los momentos clutch, pero el interior hizo un alarde de valentía y eficiencia.
Los 26 minutos que disputó en ese partido son también la muestra de su crecimiento al largo del torneo, pues su defensa más conservadora del pick and roll llegó a ser un problema en algún momento para Estados Unidos frente a equipos dinámicos como Serbia. Sin ir más lejos, Embiid sólo participó 11 minutos en el debut frente al combinado balcánico.
El legado
La estrella de los Sixers se fue de París registrando unos notables promedios de 11 puntos, 4 rebotes, 1,4 asistencias y 1 robo en 16 minutos con un 12 de valoración. Su eficiencia en los lanzamientos también fue notable, con un 57% en tiros de campo y un excelente 54% en triples. Si bien Embiid no se prodigó tanto desde el perímetro con 2,2 intentos por choque, el pívot hizo pagar a las defensas que optaron for flotarle.
Una actuación a la que hay que dar todavía mayor crédito teniendo en cuenta que Embiid nunca había jugado con reglas FIBA y tuvo una adaptación complicada. Al MVP de 2023 le costó al principio encontrar su sitio ante el mayor contacto permitido en FIBA y Estados Unidos vio cómo su juego se atascaba cuando el interior atacaba en el poste. París vio un Embiid que renunció al poste para centrarse en ese tiro de media distancia tan complicado de defender entre su tamaño y el lanzamiento en suspensión.
Joel Embiid ha probado por fin el sabor de la victoria, pero ni siquiera tras haber alcanzado un destino tan distinto para él ha cambiado su manera de ser percibido, como si el sambenito de jugador odiado vaya a acompañarle toda su vida. Es más, Embiid ha reforzado ese fama de la que se queja con su enfrentamiento con el bullicioso público francés.
La nueva etapa
Los Philadelphia 76ers, en su interminable Proceso de vuelta a la gloria de campeón que nunca llega, están poniendo todo de su parte para no exigir tanto a Embiid y rodearle a la vez lo mejor posible, algo de lo que el interior también se ha quejado alguna vez.
Daryl Morey está haciendo un esfuerzo considerable este verano para que los Sixers, como el reputado ejecutivo se propuso, sean “el mejor equipo del Este”. El conjunto de Pennsylvania ha traído a Paul George como pedía Embiid y también a un buen elenco de jugadores secundarios como Caleb Martin, Eric Gordon y Reggie Jackson, además de haber reforzado el rol de pívot suplente con veteranía y juventud a la vez con Andre Drummond y el recién drafteado Adem Bona, compañero de Aday Mara en UCLA.
Sin olvidar el ascenso imparable hacia el estrellato de un Tyrese Maxey que promete ser el diferencial base por años que no pudieron ser Ben Simmons y James Harden. Maxey, de sólo 23 años, ganó el premio al Jugador Más Mejorado la pasada campaña.
Además, Nick Nurse también está poniendo de su parte para aliviar la carga sobre Embiid y el entrenador de Philly logró el año pasado que el africano desarrollara su rol de asistente desde la cabecera a lo Jokic, marcando el camerunés su récord personal de asistencias con un promedio de 5,6. Joel Embiid ya ha aprendido a ganar. La pregunta es si para siempre.
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