El Madrid celebra la fiesta y vapulea al Granada, que ya estaba con el pie fuera de la competencia
La pasada jornada dejó un sabor agridulce en el mundo del fútbol español. Mientras el Real Madrid celebraba una victoria aplastante en su partido contra el Granada, el equipo visitante se hundía un poco más en la crisis deportiva que lleva arrastrando durante toda la competencia. El resultado abultado de 4-0 no hace más que confirmar la amplia brecha existente entre ambos equipos en la tabla de posiciones.
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El Real Madrid sigue de fiesta: aplasta al Granada con un rotundo 0-4
El Real Madrid sigue surfeando en la cresta de la ola después de lograr el pase a la final de la Champions League y completó su semana fantástica con una plácida goleada ante el desahuciado Granada (0-4) en un Nuevo Los Cármenes muy mosqueado con la directiva al certificarse horas antes el descenso a Segunda División.
Un poquito de Modric en la sala de máquinas, algún picotazo del efervescente Brahim para agitar el ritmo lánguido de la tarde granadina y la clarividencia de Arda Güler bastaron para que el Granada, un equipo con mandíbula de cristal, se fuera a la lona con el primer golpe.
Con LaLiga ya asegurada, el Real Madrid solo tiene ojos para la final de Wembley, pero aun así va sumando triunfos como quien no quiere la cosa. Hasta entonces, en el campeonato doméstico solo quedan tres jornadas de aliño como la de ayer para el cuadro de Ancelotti.
Un partido sin historia
El Granada, ejemplar tras confirmarse su regreso a la categoría horas antes con el triunfo del Mallorca, brindó el pasillo de honor al ganador de LaLiga en la antesala de un partido con nada en juego y sin mucha historia.
El conjunto de Sandoval salió con empuje con la intención de brindarle una alegría a su sufrida afición, pero el Madrid, sin apenas esfuerzo, casi sin querer, no tardó en hacerse con el dominio de la situación por pura inercia.
Al conjunto de Carlo Ancelotti le sale todo desde que apeó al Manchester City en los cuartos de la Champions y le bastó el primer disparo a puerta para adelantarse en el marcador con un tanto de Fran García, el primero de la temporada.
Los goles caen como fruta madura
Declarado el estado de felicidad, ayer el protagonismo se lo llevaron secundarios como el lateral zurdo y Arda Güler, dos jugadores que quieren exprimir estos encuentros intrascendentes para reivindicarse y hacerle saber a Ancelotti que están ahí para lo que haga falta.
En cuanto Fran García abrió la lata al filo del descanso aprovechando una buena llegada desde la segunda línea, el cuadro de Sandoval se deshizo como un azucarillo y los goles fueron cayendo como fruta madura.
Güler prolongó su idilio con el gol precisamente a pase del lateral manchego (45’) y ya suma 3 en los pocos ratos que ha pisado el verde.
En la segunda parte, las figuras indiscutibles fueron Luka Modric y Brahim Díaz. El internacional marroquí se lució en el amanecer de la reanudación con dos golazos mientras el Madrid bailaba al compás que marcaba el genio de Zadar, despedido con una atronadora ovación.
Brahim ha llegado al tramo final de la temporada en su mejor momento y lo certificó con un doblete de bandera. En el 0-3, recibió de espaldas en la divisoria, se deshizo de su marcador con un giro marca de la casa y enfiló la portería de Batalla, al que superó con un derechazo (49’). Nueve minutos después, el malagueño culminó una buena combinación entre Arda Güler y Luka Modric.
Con el 0-4, el Madrid se dejo ir para no hacer más daño a pesar de la insistencia de Joselu, negado de cara al gol. Si había un día para fallar, debió pensar el último héroe blanco en la Champions, era hoy.
El Madrid sigue de fiesta, y con estos resultados, la confianza y la moral del equipo están en lo más alto. Ahora, solo queda esperar la final de Wembley.
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