El judoca que desata el entusiasmo en París
En el corazón de la ciudad luz, París, un joven deportista ha logrado conquistar el corazón de los fanáticos del judo. Con sus impresionantes habilidades y técnica depurada, este talentoso atleta ha sido capaz de desatar el entusiasmo en el público francés. Su presencia en el tatami ha sido como un soplo de aire fresco, renovando el interés por este deporte de combate. Con cada victoria, su popularidad crece y su figura se convierte en un referente para los jóvenes judocas que buscan seguir sus pasos. ¿Quién es este joven fenómeno que ha conquistado París? ¿Cuál es su secreto para triunfar en este deporte tan exigente? En las siguientes líneas, descubriremos más sobre este judoca que ha conquistado el corazón de la capital francesa.
El judoca Teddy Riner, una leyenda que desata el entusiasmo en París
En los JJ.OO. existe un término conocido como 'alta demanda'. Cuando una jornada es de alta demanda es que hay más peticiones para asistir que entradas disponibles en cuanto a los medios se refiere. Siempre suelen ser ceremonia inaugural, finales de natación, de gimnasia y de atletismo, además de las finales de baloncesto. En París, con pabellones y estadios de gran aforo, solo la inauguración, la natación y el basket están etiquetados de alta demanda. Y, algo insólito, el judo del viernes 2 de agosto.
El motivo es Teddy Riner, que provocará largas colas en los accesos al Champs de Mars. Riner (35 años) es un tótem del deporte francés y no solo por su descomunal estampa (2,04 m. y roza los 150 kg) sino por su trascendencia.
Una carrera llena de logros
En su larga carrera en el peso máximo ha sido 11 veces campeón del mundo, 5 de Europa y ha amasado cinco medallas olímpicas: bronce en Pekín'08, oro en Londres'12, oro en Río'16 y bronce en Tokio'20, donde también se colgó el oro por equipos mixtos. En París está disputando sus quintos y últimos JJ.OO. Y qué mejor síntoma de su relevancia para el país anfitrión que el hecho de ser elegido para encender el pebetero de estos Juegos junto con la ex atleta Marie Jose Perec.
Sólo ha perdido cinco combates en toda su carrera en la élite: el primero en 2008 en los Juegos de Pekín. Luego, dos años invicto. El segundo en la final del Mundial de 2010, para pasar a continuación una década sin conocer la derrota, con 154 victorias consecutivas hasta el Grand Slam de París de 2020; ese mismo año concedería otro KO más, en el campeonato de Francia por equipos. En 2021, durante los JJ.OO. de Tokio, en cuartos de final, llegó su última derrota. Nadie le ha vencido más de una vez.
Un gigante en el judo
Gigante antillano nacido en la isla caribeña de Guadalupe, su familia se estableció en París y comenzó a practicar judo a los 5 años, aunque no se centró en él hasta los 13. Desde 2003 está en la élite, un larguísimo camino de 20 años. Su primer título mundial le llegó a los 18, el más joven de la historia. El último, en 2023, con 34, seguramente el más viejo.
Una superestrella mediática
Sus éxitos deportivos han convertido a Riner en una superestrella mediática, y sus ingresos son acordes a su estatus y nunca vistos en un judoka. En 2009 cambio de club, fichando por el Levallois con un sueldo mensual de más de 7.000 euros y rechazando una oferta superior (10.000 euros) del Lagardère. Los patrocinadores se lo rifaban y en 2012 sus ingresos anuales ya superaban de largo el millón y medio.
Tuvo que crear una agencia para llevar sus negocios, un aspecto en el que las mujeres siempre han desempeñado un papel clave. Primero se puso en manos de Valérie Douillet, esposa del ex campeón olímpico de judo David Douillet, y más tarde la responsable de gestionar su imagen fue Laurence Dacoury, esposa del ex jugador de basket Richard Dacoury.
La hora del adiós
Ahora está en la hora del adiós y nadie quiere perdérselo. Cuando el viernes Riner deje su cinturón negro sexto dan en el suelo del dojo de París, Francia llorará. Y el judo también, porque sin él perderá a su Michael Jordan particular.
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