En el mundo del deporte, existen historias que parecen sacadas de una novela de fantasía. Y si hay una que llama la atención es la de Daniel Wiffen, un joven británico que saltó a la fama gracias a su participación en la serie de televisión Juego de Tronos. Sin embargo, pocos saben que antes de convertirse en un actor reconocido, Wiffen era un atleta de élite que consiguió conquistar la gloria del oro olímpico en París. En este artículo, exploraremos la trayectoria de este hombre que ha vivido dos vidas tan diferentes, pero igual de emocionantes.
El sorprendente oro de Daniel Wiffen: de Juego de Tronos a la gloria olímpica
Léon Marchand se ha convertido en la gran figura de la natación de los Juegos Olímpicos. El ídolo francés enciende La Défense con sus portentosas exhibiciones. La última, este pasado martes cuando en un margen de apenas una hora se clasificó para las finales de los 200 mariposa y los 200 braza, dos de las pruebas más exigentes físicamente para los nadadores.
Sin embargo, Marchand compartió protagonismo con Daniel Wiffen, que acaparó todas las miradas al proclamarse campeón olímpico de los 800 metros libres. Wiffen, de 23 años, remontó en los metros finales para acabar superando al estadounidense Bobby Finke, segundo, y al italiano Gregorio Paltrinieri, tercero. Además logró batir el récord olímpico con un tiempo de 7:38.19 rebajando ampliamente el registro de Myjailo Romanchuk en Tokio.
No se lo podía creer el irlandés, visiblemente emocionado tras el esfuerzo. Wiffen acababa de hacer historia al ganar el primer oro olímpico de su país en natación. La realización televisiva fue rápidamente a buscar la reacción entre el público de su hermano gemelo Nathan, que no paró de animar desde la grada.
Ambos comparten las largas y duras jornadas de entrenamiento y aunque Nathan también aspiró a clasificarse para los Juegos, no logró la mínima en los 1500 metros.
La emoción en el podio
En la ceremonia de entrega de medallas, Daniel no pudo contener las lágrimas mientras sonaba el himno nacional de su país. Los espectadores empatizaron con el nadador y una vez acabó el himno se pusieron en pie para brindarle una ovación cerrada.
Daniel Wiffen, emocionado en el podio, disfrutó del paseo antes de posar ante los fotógrafos, saludando a los aficionados con una sonrisa de oreja a oreja. Y no faltó el abrazo con su hermano gemelo, pieza clave de su éxito.
De Juego de Tronos a la gloria olímpica
Más allá de las incontables horas en la piscina, ambos compartieron años atrás una experiencia que a buen seguro no olvidarán nunca. A Daniel siempre le gustó la interpretación y en el instituto actuó en varias obras de teatro amateur. Pero su gran performance tuvo lugar en la icónica escena de la 'Boda Roja', de Juego de Tronos, una de las series más vistas de todos los tiempos.
Su hermana mayor Beth interpretó el papel de una de las nietas de Walder Frey y gracias a eso los gemelos hicieron de extra en la famosa escena. En Juego de Tronos no fue el protagonista, pero en la pileta de París, Daniel demostró ser un fuera de serie.
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