Título de la noticia: La Roja cae en sorprendente derrota ante Bélgica y deja sin semifinales en el Mundial
En un partido que prometía emocionar a los aficionados, La Roja sorprendió a propios y extraños cayendo derrotada ante la selección de Bélgica en el Mundial de Fútbol. La derrota, que llegó en el último partido de la fase de grupos, significa que España se quedará sin semifinales en el torneo más importante del fútbol internacional. La expectación era alta en torno a este partido, pero los españoles no lograron imponer su juego y sucumbieron ante la efectividad de los belgas. Ahora, La Roja deberá recomponerse y analizar qué salió mal para no repetir este tipo de errores en el futuro.
La Roja cae en derrota sorpresiva ante Bélgica y se despide del Mundial
La plata de Río 2016 seguirá siendo la única medalla del basket femenino español. La selección cayó en cuartos de final de forma inapelable ante Bélgica (66-79), el equipo que ya le cerró el pasado verano el camino al oro en el Europeo.
Las pivots belgas Meesseman (19 puntos, 9 rebotes) y Linskens (19 y 8) y el acierto en el tiro exterior dejaron sin la más mínima opción a las jugadoras de Miguel Méndez, entre las que solo destacaron Megan Gustafson (21 y 7) y algunos momentos de Maite Cazorla y Mariona Ortiz.
Apenas hubo fe en una España que pareció bloqueada y entregada incluso antes del último cuarto. El peso de Emma Meessemann en el partido se hizo notar desde el principio, con dos triples seguidos que dieron a las campeonas de Europa una ventaja que a España le acabaría contando neutralizar todo el primer cuarto.
Las belgas, sin apenas fallos desde la línea de tres y aprovechando el juego generado por sus interiores, se mantuvieron por delante pese al trabajo en rebotes y anotación de Megan Gustafson. Solo coincidiendo con la bocina del final del cuarto conseguía España empatar por primera vez, aprovechando un triple a tablero de Gustafson, que no se sentó para descansar hasta bien entrado el segundo cuarto, ya con 15 puntos.
A las jugadoras de Miguel Méndez les costó aguantar el pulso en el segundo cuarto. De una única ventaja española (29-26) se pasó, tras un par de canastas de Ortiz (32-32), a un parcial negativo de -12 con las dos torres, Meessemann y Linskens, como ejecutoras. Bélgica seguía, además, tirando muy bien desde fuera (5/6 triples) y defendiendo mejor que en el primer cuarto.
El colchón se mantuvo hasta el descanso con un resultado abultado (37-48) que sugería que la selección necesitaba otro tono defensivo si quería meterse en el partido.
España llegó a perder de más de 20 en el tercer y el último cuarto. Apenas tuvo opción en los cuartos ante Bélgica.
Pero en lugar de mejorar, las cosas empeoraron. El tercer cuarto comenzaba con muy poco acierto de España en el triple, todo lo contrario que Bélgica, que encontró rebote y anotación en Linskens y Meesseman hasta marcharse al minuto 25 con su máxima renta del partido, +20 (39-59).
El juego belga fluía, sin fallar apenas nada, y el de España navegaba, fallando tiros claros, incluso bandejas, y sin poder encontrar en ataque a Gustafson.
El último cuarto comenzó con una renta casi disuasoria (49-67). España se veía superada en casi todos los conceptos del juego. Y así siguió, sin convicción, sin poder plantar cara y con el mejor argumento ofensivo, Gustafson, sentado en el banquillo.
Para poner algo de picante, solo una pequeña reacción a 4 minutos del final con un parcial 9-0 coronado por un triple de Vilaró, pero Bélgica lo cerró rápidamente a base de triples. No solo no era el día de España, sino que posiblemente, el más importante, el cruce decisivo, resultó ser su peor partido en París.
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