El judo español se queda a las puertas de dos medallas de bronce con 'Tato' y Tsunoda
La delegación española de judo ha vivido una jornada emocionante en la que ha estado a punto de lograr dos medallas de bronce en la categoría de -73 kg y -70 kg, respectivamente. El español Nicolás 'Tato' García y la japonesa Rina Tsunoda han sido los protagonistas de esta histórica oportunidad para el judo español. A pesar de no haber podido subir al podio, la actuación de ambos judokas ha sido destacada, demostrando la gran calidad y dedicación del equipo español. En este sentido, la Federación Española de Judo ya ha expresado su orgullo y satisfacción por el desempeño de sus atletas.
Mazazo para España: Tato y Tsunoda fallan en el bronce en judo
La cuenta de medallas española en París 2024 ha recibido un duro golpe. Después de un día lleno de expectativas en el tatami de Champ de Mars, en el judo, Ai Tsunoda, una catalana de nacimiento con genes japoneses y franceses, y Tristani 'Tato' Mosakhlishvili, un georgiano con pasaporte español afincado en Valencia, no pudieron lograr el bronce en sus respectivas categorías.
Uno y otro lo rozaron, pero cedieron en el definitivo combate por el bronce. Dos quintos puestos, dos diplomas más en el deporte que por ahora está respondiendo mejor para España.
Mosakhlishvili, la decepción en 90 kg
Mosakhlishvili, de 26 años, georgiano de nacimiento como Niko Sherazadishvili o Ilya Topuria, se plantó en semifinales de la categoría de 90 kilos con un concurso impecable. Todo parecía estar abierto para él, pero cayó en la semifinal y en el duelo del bronce.
La derrota en semifinales entraba en lo posible, se medía al número 1 del ranking, otro georgiano, Lasha Bekauri. Y 'Tato', en su primera experiencia olímpica, le puso contra las cuerdas los tres primeros minutos, luchando de tú a tú en el trabajo en el suelo y en la búsqueda de técnicas. Pero Bekauri, que acabó ganando pocos minutos después su segundo oro olímpico, fue imponiéndose poco a poco, rozó el waza-ari dos veces y al final se impuso cuando Mosakhlishvili recibió su tercera advertencia (shido).
Tsunoda, la otra decepción en -70 kg
Ai Tsunoda Roustant, hija de sendos judocas, un japonés y una francesa que recalaron en Lleida para abrir un dojo, no pudo subirse al podio de -70 kilos. Le faltó solo el último paso tras un notable concurso en sus primeros Juegos Olímpicos.
Tsunoda había perdido hasta entonces solo un combate, el de cuartos que le enfrentó a la número 1 del ranking, la croata Barbara Matic, y en la subsiguiente repesca sorprendió a una de las referencias de la categoría, la japonesa Nizoe Saki, a la que venció por tres shidos, dejándola fuera del podio por primera vez en sus últimas 11 competiciones. En la lucha por el bronce, la catalana tenía enfrente a Michaela Polleres, tercera del mundo y subcampeona olímpica en Tokio. En teoría superior por ranking, pero Tsunoda había ganado tres de sus cuatro duelos previos. Y aunque la española comenzó valiente buscando técnicas, fue Polleres la que decantó la balanza volteando a su rival para conseguir el ippon definitivo.
La decepción es doble para España, que esperaba un bronce en el judo para sumar a su cuenta de medallas en París 2024.
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