El arte de la doma: Los jinetes que domesticaban a los caballos

El arte de la doma: Los jinetes que domesticaban a los caballos

Desde tiempos remotos, la doma de caballos ha sido un arte que ha requerido habilidad, dedicación y paciencia. Los jinetes expertos en doma han demostrado una gran capacidad para domesticar a estos majestuosos animales, convirtiéndolos en leales compañeros en el campo de batalla, en la arena o en la vida diaria. En este artículo, exploraremos la fascinante historia de los jinetes que domaban a los caballos, desde la antigüedad hasta la actualidad, y descubriremos los secretos detrás de esta antigua y noble arte.

La doma en crisis: escándalo de violencia en el entrenamiento de los caballos

El 23 de julio, tres días antes de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, la amazona británica Charlotte Dujardin (39 años), tricampeona olímpica de doma y seis veces medallista, abandonaba el recinto del castillo de Versalles en el que iba a disputar sus cuartos Juegos. De no haberlo hecho, seguramente habría sido expulsada por el Team GB, por la Federación Internacional de Deportes Ecuestres o por el propio Comité Olímpico Internacional.

Ese mismo día se hizo público un vídeo, que emitieron diversos canales de TV británicos, en el que Dujardin entrenaba a uno de sus caballos de forma cruel, propinándole hasta 24 latigazos en las patas en menos de un minuto. De inmediato todos los organismos ecuestres iniciaron un proceso de investigación, pero la jinete, consciente de las consecuencias de sus actos, decidió dar un paso al lado.

Emitió un comunicado en el que se reconocía profundamente avergonzada de su conducta. Indicaba que este episodio no refleja en absoluto cómo soy ni cómo entreno a mis caballos y mis pupilos. La entidad pública que aportaba dinero para su preparación le retiró los fondos y varios de sus patrocinadores anunciaron la suspensión inmediata de su colaboración con Dujardin. Y sus compañeros y rivales no tardaron en condenar los hechos de forma unánime.

Quizá la voz más autorizada sea la de la alemana Isabell Werth, siete veces campeona olímpica y una de las principales rivales de Dujardin. Me siento tremendamente triste, es una absoluta catástrofe para nosotros y nadie lo entiende, dijo. Y propugnó un cambio esencial en su deporte. Necesitamos establecer la cultura de respetar al caballo como criatura, como ser vivo. La educación es importante y esta violencia sin sentido no debe suceder porque de otro modo lo tendremos difícil para que el mundo nos entienda.

Werth también advirtió que me temo que este no será el último vídeo de este tipo que salga a la luz. Solo espero que sirva para autorregular nuestro deporte. Los grupos de defensa de los derechos de los animales han instado al COI a quitar los deportes ecuestres del programa olímpico, arguyendo que es imposible que ningún caballo sea forzado a ejecutar movimientos tan sofisticados sin el empleo de métodos violentos. Aunque los jinetes lo niegan, Werth, que obtuvo su primer oro en Barcelona'92, admitió que hay una sensación de alarma en la doma. Nuestro futuro está en entredicho. Los animales ocupan un lugar en la sociedad completamente diferente al de hace unos años.

El de Dujardin no es el primer caso polémico que sale a la luz en los últimos días. El jinete brasileño Carlos Parro (concurso completo) mereció una amonestación de la Federación Internacional tras aparecer unas fotos que atestiguaban que forzaba a su caballo a hiperflexionar su cuello empleando un cierto grado de violencia. Grupos pro animalistas como PETA han exigido la suspensión del brasileño, que de momento guarda silencio.

Este escándalo ha generado una gran conmoción en el mundo ecuestre, y ha puesto en entredicho la ética y la moralidad de los jinetes y entrenadores de doma. Es hora de que se tomen medidas para proteger a los caballos y garantizar su bienestar en el entrenamiento y competencia.