La confrontación deportiva entre los equipos de Mataró y Argentona se vio empañada por varios disturbios que tuvieron lugar durante el desarrollo del encuentro. Los incidentes, que sorprendieron a espectadores y autoridades por igual, generaron preocupación en el ambiente futbolístico local. Según testigos presenciales, algunos aficionados se vieron involucrados en peleas y actos de violencia que alteraron la tranquilidad del evento deportivo.
Disturbios y tensión en el derbi entre Mataró y Argentona
El derbi entre el Mataró y el Argentona (0-2), resultó muy caliente y nada tuvo que ver con el de la primera vuelta, en el que el Argentona también se impuso (3-0) y apenas acudieron seguidores del Mataró.
Para empezar, el domingo por la mañana apareció en las puertas del Municipal Raúl Paloma de Argentona una cabeza de cerdo que sirvió para echar leña al fuego.
Los piques se iniciaron en los accesos al Municipal Centenari, con el intercambio de insultos. Antes de que empezase el partido, los componentes más radicales de ambas formaciones encendieron bengalas y se dijeron de todo. Los visitantes no cesaban de gritar “a Segunda, a Segunda”, mientras que los locales replicaban con otro tipo de ‘delicias’.
Ya puesto el balón en juego, el colegiado, Nageli Juan, tuvo que parar el encuentro hasta en dos ocasiones por los insultos en la grada, así que por los altavoces se pidió que cesaran, pues en el caso de reincidencia se suspendería el choque. Tanto el presidente del Mataró, Fran Seijo, como el delegado del Argentona, Juanjo López, acudieron al lugar donde estaban los alborotadores para aplacar los ánimos.
Trifulca en el descanso
Al término de la primera parte se armó la marimorena en los lavabos del estadio, ya que los aficionados de ambos equipos coincidieron y allí se montó una monumental tángana con golpes de uno y otro lado y en la que tuvieron que intervenir los Mossos d’Esquadra. Por suerte no hubo que lamentar ningún herido que necesitara atención médica.
A la finalización del derbi prosiguió la trifulca, aunque la cosa no pasó a mayores.
Deja una respuesta