Osasuna confirma su peor momento del año. El equipo navarro atraviesa una crisis deportiva que ha generado preocupación entre sus seguidores y la directiva. Tras una serie de resultados negativos en la liga, el club ha emitido un comunicado oficial en el que reconoce la delicada situación en la que se encuentra. La falta de victorias, el bajo rendimiento de algunos jugadores clave y las lesiones han contribuido a esta etapa complicada para el equipo. Los aficionados se encuentran expectantes ante las decisiones que tomará la directiva para revertir esta situación y lograr una pronta recuperación en la clasificación. La presión aumenta conforme se acercan los próximos encuentros, en los que Osasuna deberá demostrar su capacidad de superar este difícil momento.
Osasuna en crisis: una sola victoria en seis jornadas
Con la derrota en Granada, Osasuna confirma el peor momento del año con una sola victoria en seis jornadas que han rebajado la motivación de su hinchada hasta el punto de ver el final de Liga con cierto desazón.
Parece que la hipótesis se está cumpliendo. Desde hace meses se habló de la necesidad de llegar al tramo final de Liga con un objetivo real y el destino ha querido que no sea así. Por ello, los de Jagoba Arrasate se encuentran en tierra de nadie, panorama peligroso al que todavía están a tiempo de darle vuelta.
Osasuna se hunde: derrota en Granada confirma su peor momento
Sin chispa, sin personalidad, sin motivación, sin capacidad de reacción. Nada. Al equipo le faltó alma, esa parte intangible del cuerpo que tantas veces ha servido para compensar la falta de fútbol. Ayer, en Granada, los subcampeones coperos del curso pasado, fueron superados en todo momento por un equipo que se resiste al descenso con corazón y mucho mérito.
El 1-0, bien finalizado por el uruguayo Facundo Pellistri, hizo comenzar mal el choque. Fue ahí cuando el equipo se comenzó a partir, desconectado entre líneas, lento y sin dinamismo. Pasado el tiempo de descanso, el albanés Myrto Uzuni amplió la ventaja en el minuto 48.
Desde entonces, los locales fueron a más, gozando de ocasiones muy claras para haber hecho 4 o 5 goles. Con Osasuna totalmente a remolque, el argentino Lucas Boyé dejó su sello tras un gran partido con el 3-0 en el añadido. Brazos en jarra y caras de pesadilla en los once futbolistas de Arrasate.
Uno de los pocos que consiguió un aprobado rascado fue Raúl García de Haro. El ariete se mostró dispuesto, atento y con facilidad de remate. El poste impidió su gol, mientras que gozó de dos buenas ocasiones a las que no logró dar la dirección esperada.
“El partido que hemos hecho no tiene perdón”, dijo Sergio Herrera en los micrófonos de Dazn nada más terminar la cita. El portero argumentó que “igual nos estamos equivocando a la hora de pensar que no nos estamos jugando nada y la verdad es que nos estamos jugando llegar al año que viene con ritmo y buenas sensaciones”.
“Porque hemos visto equipos que se han dejado llevar a final de temporada y al año siguiente lo han pagado. Ese tiene que ser nuestro objetivo, acabar bien la temporada para empezar bien la siguiente”, continuó.
Por su parte, Arrasate también hizo autocrítica, tildando de “indigno” el segundo tiempo: “Más allá de que ellos han estado muy bien y nos han apretado, hemos atacado mal y hemos defendido peor. Hemos sido un desastre en el segundo tiempo”.
Osasuna no había perdido tres choques seguidos en todo el año. Valencia, Rayo Vallecano y el conjunto nazarí han comprobado el correcto funcionamiento de la alarma rojilla, por si no lo estaba ya.
Quedan cinco jornadas para despedir con buen sabor de boca un curso convulso. Más allá de la obligación de honrar el escudo cada semana está el respeto hacia el trabajo desarrollado por su míster durante los seis últimos años.
Las innumerables alegrías logradas durante este tiempo siempre estarán ahí, algo que no debería estar reñido con este mal momento. El Sadar y los osasunistas quieren volver a ver la sonrisa de Arrasate.
Deja una respuesta