No todos conocen la trágica historia de la 'Brawler', la moto de diseño singular con motor V2 que encandiló a muchos, pero terminó en un drama sin fin

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No todos conocen la trágica historia de la 'Brawler', la moto de diseño singular con motor V2 que encandiló a muchos, pero terminó en un drama sin final feliz

En el mundo de las motos de diseño singular, hay modelos que han llamado la atención de los entusiastas por su innovador diseño y rendimiento excepcional. Uno de ellos es la Brawler, una moto que prometía revolucionar el mercado con su motor V2 y líneas aerodinámicas. Sin embargo, detrás de su apariencia futurista y potente, se esconde una trágica historia que terminó en un drama sin final feliz. En las siguientes líneas, exploraremos la fascinante y triste historia de la Brawler, una moto que encandiló a muchos, pero no alcanzó a cumplir con sus promesas.

La pasión y el orgullo francés: la historia de Voxan, la marca que nació para revivir la gloria de la moto francesa

El mundo de la moto está plagado de emprendedores que lo han dado todo para ver hecho realidad su sueño, y esta marca, gala para más señas, es una de ellas. Aún recuerdo cuando Voxan mostró oficialmente sus modelos en Barcelona en marzo de 2005, una marca que nacía para devolver la gloria a la moto francesa de gran cilindrada, tras los fiascos de Peugeot, Terrot, Motobécane, MF, BFG o Boccardo, por citar las más conocidas.

Los inicios

Los inicios

La historia de esta marca comenzó en diciembre de 1995, cuando Jacques Gardette sentó las bases de lo que sería la nueva marca de motos francesa Voxan. En el proyecto se involucraron Alain Chevallier, reconocido diseñador francés y experto en la puesta a punto de chasis y suspensiones, y la empresa Sodemo Moteurs, que concibió el motor.

La Voxan Black Magic, una deportiva retro naked diseñada por Sacha Lakic, fue una de las primeras creaciones de la marca. Toda la gama proyectada utilizaría el mismo motor, un bicilíndrico en V longitudinal a 72º, refrigerado por líquido, de cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas en culata, admisión por inyección electrónica Magneti Marelli y lubricación por cárter seco, que desarrollaba una potencia de 100 CV a 8.000 rpm.

La parte ciclo también es común y particular: un chasis monocuna central de doble tubo y un monoamortiguador trasero situado horizontal bajo el motor. Y en cuanto a su estilo, toda la gama estaría bajo la batuta del diseñador francés, Sacha Lakic.

Los primeros pasos

El primer prototipo fue presentado a la prensa en 1997 y el modelo piloto comenzó a rodar en 1998. En 1999 la marca de aviación Dassault entró a formar parte del accionariado de Voxan y se entregan las primeras unidades a la recién estrenada red de concesionarios.

Una moto con mucha personalidad, con depósito de aluminio pulido y dos enormes silenciosos de escape en el colín. Tras unos primeros pasos titubeantes, la marca comenzó su andadura en Francia, pero, pronto, problemas financieros amenazaron su futuro y en 2001 la marca entró en bancarrota.

La reflotación

En solo tres años ya cerraba sus puertas, pero el orgullo francés la reflotó. Tras varios escarceos con diferentes grupos financieros en busca de reflotar la marca, en 2002 Didier Cazeaux, un hombre de negocios millonario, reactivó la marca y se creó la Sociedad de Diseño y Construcción de Motos.

En 2003, salió de las cadenas de montaje la primera moto de la nueva etapa denominada Scrambler y se inició la nueva era en la marca. Así, lanzaron más modelos como la Street Scrambler, la Café Racer o la Black Magic en 2004, justo hace ahora 20 años.

La Black Magic

La Black Magic, la protagonista de este artículo, presentada en el salón de París de 2003, fue una moto muy especial, también diseñada por el galo Sacha Lakic, el mismo que creó todas las Voxan, así como la Bimota Mantra, y que trabajó también para MBK y Piaggio.

Era una naked monoplaza deportiva retro y minimalista, con los semimanillares por debajo de la pletina superior, en la que destacaba el gran motor V2, el depósito de combustible de aluminio pulido y su par de voluminosos escapes Supertrapp con salida elevada por el colín. Los colectores y protectores de acero pulido también formaban parte de su encanto.

No faltaba una horquilla invertida de 43 mm, dos frenos de disco delanteros de 320 mm con pinzas Brembo de cuatro pistones, llantas de aleación y un faro multiconvex redondo y sencillo. El monoamortiguador trasero con bieletas estaba bajo el motor, en posición horizontal.

El final

Pero, pese a todos estos esfuerzos, en 2009 la marca cerró definitivamente. Al siguiente año el Venturi Group con sede en Mónaco adquirió Voxan para convertirla en una marca 100% eléctrica, construyendo un prototipo eléctrico, la Wattman, que ha roto 11 récords mundiales con Max Biaggi a sus mandos. Pero a pesar de todo ello, Voxan aún no ha puesto a la venta ningún modelo eléctrico.

Una triste historia de orgullo y pasión que nunca logró su objetivo.

Miguel Vega

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