Enfrentando la adversidad, Jordi Fernández.

Enfrentando la adversidad, Jordi Fernández.

El reconocido deportista Jordi Fernández ha demostrado una vez más su determinación y coraje al enfrentar con valentía los desafíos que se le presentan. A lo largo de su carrera, ha sabido superar obstáculos y situaciones complicadas, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y perseverancia para muchos. Su reciente hazaña ha inspirado a una multitud de seguidores, quienes han encontrado en él un modelo a seguir en tiempos difíciles. Jordi Fernández nos recuerda que, ante la adversidad, es posible encontrar fuerzas internas que nos impulsan a seguir adelante y alcanzar nuestras metas. Su historia es un recordatorio de que, con determinación y fe en uno mismo, cualquier obstáculo puede ser superado.

Jordi Fernández, el badalonés que rompe barreras al convertirse en entrenador jefe de los Brooklyn Nets

Jordi Fernández, el badalonés que rompe barreras al convertirse en entrenador jefe de los Brooklyn Nets

El viaje de Jordi Fernández: de Badalona a la NBA, un ejemplo de perseverancia

La historia detrás de Jordi Fernández, el nuevo desafío en Brooklyn Nets

Antes que nada vamos con una confesión: hace pocos meses, en una entrevista que me hicieron en una emisora de radio, dije que la posibilidad de que Jordi Fernández fuera primer entrenador de una franquicia de la NBA me parecía complicada y remota. Pues bien, me equivocaba. El badalonés será entrenador jefe de los Brooklyn Nets en una decisión histórica que hace justicia a los méritos de uno de los currantes más grandes de este mundo enormemente competitivo que es el de los entrenadores de baloncesto.

Pero dejad que os explique el porque de mi punto de vista. No es que dudara de la capacidad de Fernández, en absoluto; al contrario. De lo que dudaba, en realidad, es de la capacidad de las franquicias de la NBA en confiar como máximo responsable técnico de un equipo a un entrenador extranjero. Y más después de la dolorosa experiencia del serbio Igor Kokoskov en Phoenix hace unas temporadas, en la cual un desastroso balance de 19-63 motivó su despido al final de temporada.

Y si dudaba, queridos lectores, es porque viví muy de cerca las grandes dificultades que tuvieron los jugadores extranjeros que no habían jugado en la NCAA para hacerse un hueco en la NBA. El menosprecio de muchos periodistas para los europeos, la incomprensión que sufrió un genio como era Drazen Petrovic, o las primeras declaraciones de Pat Riley para con Vlade Divac, antes que Magic Johnson le hiciera ver -como ya expliqué en un articulo anterior- que el serbio era mejor que Michal Thompson, por mucho que éste hubiera sido número 1 del Draft.

Pero amigos, ser entrenador jefe: esto son palabras mayores. Sólo puedo decir que el mérito de Jordi es inmenso, difícil de evaluar. Porque asistentes foráneos hay muchos, entre otras cosas porque casi ya hay más entrenadores que jugadores, como demuestra el hecho de que han tenido que habilitar una doble fila en los banquillos para ubicar a todo el staff.

Recuerdo que cuando Fernández dejó su Badalona natal para convertirse en responsable del player development con los Cavaliers en el 2009, la noticia tuvo un impacto notable, sobre todo entre la prensa catalana. En aquellos años Pau Gasol luchaba por los títulos y la mejor liga del mundo tenía un seguimiento diario en Catalunya, incluso en los noticiarios de información general: contra viento y marea el bueno de Jordi se hizo un hueco.

A parte del trabajo diario, el ir construyendo su currículum día a día, sin prisa pero sin pausa, a mi modo de ver el doctorado de Jordi Fernández se produce al hacerse cargo de la selección del Canadá y conseguir una fantástica medalla de bronce al batir a Estados Unidos en el partido por el tercer y cuarto puesto en el Mundial del 2023. La dirección del equipo y el dominio del tempo en el juego fascinaron a aquellos que no lo conocían y reafirmaron a aquellos otros que ya lo valoraban.

No lo tendrá fácil Fernández en Brooklyn, una franquicia que lo ha tenido todo en sus manos -el ya olvidado Big Three- y no ha sabido aprovecharlo. Un club que ha dilapidado cinco entrenadores, cinco, desde 2020, algo absolutamente inusual en la NBA. Pero ahí radica, precisamente, el gran reto del catalán: dar consistencia a un equipo que va a la deriva; proporcionarle rigor y seriedad. Si lo dejan trabajar en paz, no hay duda: él es el hombre.

Y ya para terminar, destacar que Jordi es un tipo normal a quien el éxito jamás se le ha subido a la cabeza. Un persona que sigue los partidos del Joventut en las transmisiones de Ràdio Ciutat de Badalona y que procura que sus hijos vean los dibujos animados del Club Super 3 de la Televisió de Catalunya para mantener vivo su idioma vernáculo, el catalán.

Luis Gutiérrez

¡Hola! Soy Luis, autor en El Alcoraz, un periódico independiente especializado en fútbol y deportes. Mi pasión por la actualidad deportiva me impulsa a ofrecer las últimas novedades con la máxima objetividad y rigor. ¡Descubre junto a mí todo lo que necesitas saber sobre el emocionante mundo del deporte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir