En el mundo del fútbol, la figura de Míchel, entrenador español de reconocido prestigio, ha generado gran interés en torno a su método de trabajo. Detrás de su éxito en los banquillos, se esconde una estrategia poco convencional que ha permitido a sus equipos alcanzar la cima del éxito. En este sentido, se habla de una serie de mentiras que, lejos de ser perjudiciales, han resultado ser clave para el triunfo de sus equipos. ¿Cuál es el truco detrás de este éxito? En las siguientes líneas, descubriremos cómo las mentiras de Míchel abrieron el camino al triunfo, y qué podemos aprender de esta estrategia poco convencional.
El secreto detrás del éxito del Girona: la clave del entrenador Míchel
Cuando la UEFA nomine a los mejores entrenadores de la temporada, es muy probable que se olvide de Xabi Alonso y que no tenga en cuenta lo que ha conseguido Míchel. El entrenador del Girona ha conseguido que su equipo sea admirado por cómo ha jugado durante 34 jornadas (divertido, valiente y goleador) y por haberse colado en la Liga que parecía coto cerrado de los tres grandes.
En la rueda de prensa previa al encuentro contra el Barça, sorprendió marcándose más objetivos que clasificarse para la Champions y arrebatarle a los de Xavi la segunda plaza: “les he dicho a los jugadores que estamos a dos goles de superar al Madrid como equipo máximo goleador de la Liga, tenemos este objetivo y nos hace ilusión”. Y sí, el Girona, en dos partidos, le ha metido ocho goles al Barça igual que ha recibido siete del Real Madrid.
Un estilo de juego agresivo
Míchel ha logrado que su equipo sea un equipo a temer en la Liga, y su estilo de juego agresivo y ofensivo ha sido clave para su éxito. En la misma rueda de prensa, dio la clave del éxito del fútbol de su equipo: tenemos que hacer pases para hacer daño. Hacer pases por hacer pases es una manera mentirosa de jugar.
Esta filosofía de juego es muy diferente a la del Barça, que ha llevado años engañándose, tocando y tocando, sin querer dañar al rival con ataques fulminantes sino por desgaste educado. Y así, en el 2024, el Barça se ha hecho un equipo muy fácil de defender y, por ende, relativamente sencillo de contraatacar.
Míchel, por otro lado, ha logrado que su equipo sea un equipo que busca siempre hacer daño al rival, y no solo mantener la posesión del balón. Esta forma de jugar ha permitido que el Girona sea un equipo que puede golpear a cualquier rival, incluso a los más grandes como el Barça y el Real Madrid.
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