Desde el comienzo de la temporada, el delantero Joselu ha estado rodeado de una aura de misterio, y es que su rendimiento en el campo ha generado un gran debate entre los aficionados y los expertos. A pesar de sus buenos números y su capacidad goleadora, Joselu ha sido objeto de críticas y dudas sobre su capacidad para liderar el ataque de su equipo. Este Síndrome del impostor, que se refiere a la sensación de no estar a la altura de las expectativas, ha acompañado al jugador durante toda la temporada, y ha generado un gran interés en los medios de comunicación y entre los seguidores del fútbol.
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El delantero gallego lucha con el síndrome del impostor en el Real Madrid
Con 33 años, Joselu se convirtió en miembro de la primera plantilla del Real Madrid, asumiendo un rol de goleador secundario que ni Jovic ni Mariano supieron asumir. Aunque no llegó a llevar el dorsal '9', ya que se esperaba la llegada de Mbappé en aquel momento, su madridismo le abrió las puertas de la afición desde el primer momento.
Sin embargo, a lo largo de esta temporada, llena de lesiones e imprevistos, Joselu ha tenido que hacer las veces de delantero titular y en varias ocasiones ha dado la sensación de que estaba más preocupado por agradar que por jugar. De hecho, llegó a pedir perdón en un duelo ante el Nápoles del pasado 29 de noviembre por fallar demasiadas ocasiones.
Así, de alguna manera, eso fue lo que volvió a ocurrir en el duelo ante el Cádiz en el que el delantero gallego marcó a placer en el descuento después de desesperarse por fallar varias ocasiones. Es por ello que da la sensación de que Joselu vive el síndrome del impostor, siendo el delantero (único puro) del Real Madrid.
Sus números, sin embargo, le acompañan y los 14 tantos que suma esta temporada se convierten en el segundo mayor registro de su carrera, a solo tres del primero. Datos, también, que le colocan casi de manera definitiva en la lista de Luis De La Fuente para la Eurocopa, en la que su papel podría ser importante para España.
Más allá de sus logros individuales, Joselu vive este final de temporada con una Liga y una Supercopa en el bolsillo, sus primeros títulos como profesional, y la posibilidad de ganar una Champions que sería la guinda a su año personal. La pregunta es: ¿podrá superar el síndrome del impostor y encontrar su lugar en el equipo?
La respuesta solo el tiempo la dirá, pero por ahora, Joselu sigue adelante, con la confianza de su entrenador y la fe de sus compañeros de equipo.
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