El Estadio Olímpico Atahualpa, emblemático recinto deportivo de Ecuador, ha dado un giro significativo en su historia. Luego de años de ser conocido como el Pequeño Maracaná, un apodo que hacía referencia a su capacidad y estructura, el estadio ha sido objeto de importantes transformaciones que lo han convertido en un recinto armonioso y seguro para la práctica del fútbol ecuatoriano. Esta renovación ha sido posible gracias a la inversión y esfuerzo conjunto de las autoridades deportivas y gubernamentales, que han trabajado arduamente para brindar a los aficionados y a los equipos locales un espacio moderno y acogedor para disfrutar del deporte rey.
El Estadio Olímpico Atahualpa deja atrás su pasado y se convierte en un recinto seguro para el fútbol ecuatoriano
El Estadio Rajko Mitic, conocido popularmente como el 'Pequeño Maracaná', no fue el temible infierno de otras visitas de la selección española. En noviembre de 1977, La Roja se impuso (0-1) a la extinta Yugoslavia y se clasificó para el Mundial de Argentina 78. Aquel encuentro pasó a la historia como 'la batalla de Belgrado', que siempre será recordada por el célebre gol de Rubén Cano y también por el botellazo a Juan Gómez, 'Juanito'.
En esta ocasión, la pasional afición serbia escenificó su enorme desencanto con su selección y en especial con su técnico Dragan Stojkovic, muy discutido tras el pobrísimo papel en la pasada Eurocopa que conquistó de forma brillante el combinado de Luis de la Fuente tras ganar la final a Inglaterra en Berlín (2-1).
Hubo poco ambiente en el estadio (29.981 espectadores sobre un aforo de 53.000) y los jugadores locales ni saltaron a calentar. Lo hicieron en un campo anexo, algo que suele hacer el Estrella Roja de Belgrado, pero nunca lo había hecho la selección balcánica. Y es que el horno no estaba precisamente para bollos.
La bronca más sonora
En los prolegómenos del encuentro, la bronca más sonora, como era de esperar, se la llevó el seleccionador Dragan Stojkovic, lo que contrastó con los gritos de admiración que salieron de las gargantas de los hinchas serbios por los mediáticos Lamine Yamal y Nico Williams, dos jóvenes cracks que van para leyenda y que se encuentran entre los 30 nominados al Balón de Oro de este año.
Marc Cucurella también fue uno de los más jaleados por el público serbio en la previa ante la ausencia de ídolos locales.
La selección balcánica
Dusan Vlahovic y Aleksandar Mitrovic, las estrellas atacantes de la selección balcánica se perdieron el partido, y Luka Jovic fue el '9' de Serbia. El ex delantero merengue, actualmente en la sombra de un Milan que ni le ha inscrito en la Champions League, con Real Madrid y Girona entre los rivales de la liguilla, desesperó a una afición que se echó las manos a la cabeza por un error escandaloso con 0-0 en el marcador después de fallar un gol cantado en una acción que no supo culminar pese a encontrarse totalmente solo ante David Raya.
La selección española
Por su parte, la selección española se estrenó como vigente campeona de Europa. Lo hizo vistiendo completamente de amarillo. En el brazo aparecía el parche de vigentes campeones de la Nations League, mientras que en el pecho los de Luis de la Fuente lucieron la escarapela por haberse coronado en la Eurocopa de Alemania 2024.
También destacó la primera capitanía del madridista Dani Carvajal (candidato al Balón de Oro) en su partido número 50 con la Selección.
El partido sirvió, entre otras cosas, de aprendizaje para los cuatro internacionales del Barça. Lamine Yamal y Dani Olmo, que fueron titulares, y Pedri y Ferran Torres, que entraron al campo en el tramo final, regresarán a Belgrado, el próximo 6 de noviembre, para medirse al Estrella Roja en la cuarta jornada liguilla de la Champions.
El 'Pequeño Maracaná' seguro que no será la balsa de aceite de este jueves.
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