En un momento de gran expectación para el baloncesto femenino español, la competencia alcanza nuevos niveles con la presentación de un nuevo mapa de la competencia que promete revolucionar el panorama del deporte en nuestro país. La Selección Española Femenina de Baloncesto, que ha cosechado éxitos en torneos internacionales, es el epicentro de un movimiento que busca impulsar el crecimiento y el desarrollo del baloncesto femenino en España. En este artículo, exploraremos los nuevos desafíos y oportunidades que se presentan en este emocionante momento para el baloncesto femenino español, y cómo este nuevo mapa de la competencia puede ser el catalizador para llevar el deporte a nuevas alturas.
El ascenso del Joventut a la LF Endesa: Un nuevo paisaje en el baloncesto femenino español
El ascenso del Joventut a la Liga Femenina de Baloncesto (LF Endesa) abre un nuevo capítulo en el crecimiento del baloncesto femenino español. El equipo badalonés jugará en el histórico Olímpic de Badalona, con un aforo de más de 12.000 espectadores.
Este logro es consecuencia del impulso de equipos como Perfumerías Avenida, Valencia Basket, Movistar Estudiantes o Casademont Zaragoza, que han llevado al baloncesto femenino español a un nivel sin precedentes.
La creciente popularidad del baloncesto femenino
La fiebre levantada por el Casademont Zaragoza ha llevado al club a crear un pase femenino a un precio de 145€, que en la temporada 22/23 alcanzó los 1.000 socios. En Valencia, la cifra no para de aumentar y este año se alcanzó un tope histórico de socios femeninos con 1.125.
Además, la transición del Joventut a la LF Endesa se produce en un momento clave para la profesionalización laboral de la liga, con la publicación en el BOE del convenio colectivo que establece un salario mínimo de 16.000 euros anuales para las jugadoras, entre otros beneficios.
El ascenso del Joventut y el crecimiento de la competencia
Los nuevos pasajeros de la LF Endesa 24/25 serán el Osés Construcción Ardoi, campeón de la liga regular de LF Challenge, y la Penya, que logró el ascenso en la Final Four al vencer al Estepona por 55-64.
El caso del Joventut es un ejemplo de crecimiento rápido pero sólido, desde la temporada 20/21 en la que la reestructuración de las ligas femeninas por parte de la FEB elevó a 42 el número de equipos en Liga Femenina 2.
“Ha sido un camino interesante, hemos aprendido muchas cosas y siempre le hemos dado mucha importancia a la formación y a generar talento, nuestro planteamiento con el baloncesto femenino ha sido el mismo que con el masculino”, declaró el presidente del club verdinegro, Juanan Morales.
Para Morales, el éxito ha sido “un crecimiento paso a paso, sin volverse locos” y en esa línea continuará el club en el año del debut en el que el principal reto va a ser “consolidar la categoría”.
La consolidación de la categoría
“Trabajaremos en nuestro día a día para buscar recursos, ahora tenemos una nueva arma que es salir en primera división”, agregó el mandatario. Todo ello con “la ventaja de contar ya con una estructura de club de baloncesto”.
El presidente aseguró que “no hay ningún coste añadido” en lo que respecta a servicios como por ejemplo, los médicos, y que el aumento del presupuesto irá destinado al coste de plantilla, que será mayor que el del presente curso.
El Joventut se une a otros clubes que han apostado por el baloncesto femenino, como el Valencia Basket, que ha cerrado el mayor presupuesto de su historia con un total de 25,1 millones de euros, de los que 2,7 van destinados al equipo femenino.
El Casademont Zaragoza ha sido la entidad que más claramente ha seguido los pasos de la escuadra taronja y tras dos años de cifras negativas, la sección femenina terminó la temporada 22/23 con un balance positivo de poco más de 200.000 euros gracias a una inyección de la fundación de la propia entidad.
El baloncesto femenino español entra en una nueva era de crecimiento y profesionalización, con el Joventut a la cabeza.
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