En el último encuentro disputado por el Athletic de Bilbao, el equipo ha vuelto a obtener un resultado empatado, sumando así su tercer empate consecutivo en la competición. Esta racha de resultados ha llevado al equipo a acumular dos partidos sin lograr la victoria, lo que representa un desafío para el conjunto vasco. La falta de eficacia en ataque y la solidez defensiva serán aspectos que el equipo tendrá que trabajar para revertir esta situación. Los seguidores del Athletic esperan que el equipo pueda retomar el camino de la victoria pronto y recuperar su rendimiento competitivo en los próximos compromisos.
El Athletic de Bilbao suma su segundo partido sin ganar en Liga
En esta ocasión no vale como excusa el título de Copa ganado ni las celebraciones posteriores. La plantilla del Athletic había podido disfrutar de una semana de descanso, si por semana se entiende tener que jugar un encuentro en domingo y el siguiente en viernes. Las cosas del fútbol moderno y de los teleoperadores.
Empate del Athletic de Bilbao en casa ante un rival en zona de descenso
La conquista de Sevilla ante el Mallorca se suponía que iba a servir de acicate para pugnar hasta el final de Liga por un puesto en la zona Champions. Había además dos partidos consecutivos en San Mamés tras el triunfo en el torneo del KO ante el Mallorca. Los de Valverde se quedaron con la miel en los labios en el primer intento de sumar de tres frente al Villarreal. Un penalti injusto en el tiempo de prolongación y punto para los de Marcelino.
Ayer todo parecía estar a favor para que los leones sumasen de tres en casa ante un rival que huele a descenso. Tampoco. Esta vez el guión de la película fue diferente, pero el desenlace idéntico. Puede que muchos aficionados del Athletic presentes ayer en San Mamés no se percataran de la presencia de un jugador rival que la pasada Liga acabó de golpe y porrazo con las ya para entonces escasas opciones continentales del equipo de Valverde. Si entonces lo hizo defendiendo los colores del Elche, en esta ocasión lució la camiseta del Granada.
Lucas Boyé, el ariete rival en cuestión, apagó la poco avivada llama continental del conjunto bilbaíno en la última jugada prácticamente del último choque liguero de la pasada campaña en feudo rojiblanco. Un contraataque del ya descendido conjunto ilicitano en el tiempo de prolongación fue culminado por el futbolista argentino ante la sorpresa de propios y extraños en el minuto 92.
Visto lo visto en el arranque del encuentro, hubo quien llegó a temerse lo peor otra vez frente a un equipo que olor a Segunda. La reacción bilbaína no se hizo esperar, pero se quedó a medio camino. Un pasito adelante con vistas a la visita del próximo sábado al Metropolitano, pero que pueden ser dos más atrás en función de lo que suceda en Mendizorrotza entre Alavés y Atlético de Madrid.
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