Del éxtasis en Wembley a la desilusión en el Emirates: la triste historia de Donnarumma
La carrera de Gianluigi Donnarumma, considerado uno de los mejores porteros del mundo, ha experimentado un dramático giro en los últimos años. Desde el éxtasis en Wembley, donde conquistó con la selección italiana la Eurocopa 2020, hasta la desilusión en el Emirates, el estadio del Arsenal, donde actualmente juega en calidad de cedido. En este artículo, repasamos la triste historia de un portero que parecía tenerlo todo para triunfar, pero que ha visto cómo su carrera se ha estancado en los últimos meses.
Del héroe de Wembley al fallido de Londres: la caída de Donnarumma
Dicen que el fútbol da y el fútbol quita. Y si fue en Londres (concretamente en Wembley) donde Gianluigi Donnarumma impulsó a la selección italiana, tras derrotar por penaltis a Inglaterra, el 11 de julio de 2021 hacia la Eurocopa 2020 (disputada en 2021 debido a la pandemia), en la propia capital británica, pero en el Emirates Stadium, el hoy portero del PSG vivió el martes una de las noches más difíciles de su carrera.
Y es que el PSG de Luis Enrique perdió por 2-0 contra el Arsenal y Donnarumma falló en los dos goles. En el minuto 20, el meta italiano erró en su salida y Kai Havertz puso antes su cabeza para marcar a puerta vacía. En el 35', el segundo fallo de Donnarumma: Bukayo Saka botó una falta desde la derecha a pierna cambiada al primer palo, ni Gabriel Martinelli ni Thomas Partey tocaron el balón y el cancerbero, que se confió, encajó el tanto.
El fútbol da, el fútbol quita
Aquel 11 de julio en que se disputó la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia, Donnarumma le paró a Saka el penalti decisivo, como había hecho con el de Jadon Sancho. El portero fue el héroe de la segunda Eurocopa lograda por Italia. Ahora muchos aficionados del PSG le recriminan que en las grandes ocasiones de la Champions no está a su gran nivel habitual. El martes, todo lo contrario.
Saka lloró entonces, pero ahora cree que este es el año en que el Arsenal ganará la Premier, que no consigue desde 2003-04. Son las dos caras del fútbol.
La gran pregunta es: ¿qué ha pasado con Donnarumma, el héroe de Wembley, para convertirse en el fallido de Londres? La respuesta puede ser simple: el fútbol da y el fútbol quita. Y Donnarumma es la prueba viviente de esta paradoja.
En la cima de la gloria, Donnarumma era el portero más seguro y confiable de la selección italiana. Ahora, en el PSG, parece que ha perdido parte de esa confianza y seguridad que lo hacía invencible. La duda es si podrá recuperarla o si esta experiencia le dejará huella.
El caso de Donnarumma es un recordatorio de que en el fútbol, nada es seguro y nada es definitivo. El héroe de hoy puede ser el villano de mañana. Y viceversa. El fútbol da y el fútbol quita. Es una lección que Donnarumma aprendió de la peor manera posible.
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