Álex Corretja, en defensa de la razón
En un llamamiento urgente a la reflexión y la racionales decisiones, el ex tenista español Álex Corretja se ha convertido en el vocero de una iniciativa que busca promover el diálogo y el análisis crítico en un momento en que la información sesgada y la desinformación amenazan con distorsionar la realidad. Con su experiencia como comentarista deportivo y su pasión por la búsqueda de la verdad, Corretja busca incentivar el pensamiento crítico y fomentar la discusión constructiva en un momento en que la razón parece estar en peligro. ¿Cuál es el propósito detrás de esta iniciativa y qué podemos esperar de esta llamada a la acción?
Corretja defiende la imparcialidad en el análisis deportivo
El pasado sábado, durante la retransmisión en Movistar Plus+ del partido de Fritz contra Rublev en el Master Mil de Madrid, los comentaristas José Antonio Mielgo y Álex Corretja tomaron un momento para reflexionar sobre su trabajo y la importancia de la imparcialidad en el periodismo deportivo.
La conversación comenzó cuando Mielgo recordó cómo John Isner se había quejado en ocasiones de que en Estados Unidos se animara más a las estrellas del tenis extranjeras que a las propias. Corretja atribuyó esto a la trascendencia de figuras como Nadal, Djokovic o Federer, donde su excelencia ha ido siempre más allá del lugar donde jugaran.
La conversación derivó en sus propias inercias cuando comentaban partidos, reconociendo que era inevitable sentir un entusiasmo especial por algunos de sus compañeros cuando están en la pista. No obstante, Corretja quiso precisar: “Aunque tienes que ser imparcial. Al final, tú estás aquí para analizar lo que está sucediendo, independientemente de si hay un jugador español. Siempre tiras un poquito, pero yo creo que no tienes que tirar mucho. Aunque en otras cadenas, si te vas a otros países, cuando juegan sus jugadores les da igual con quien jueguen. Van con ellos y punto”.
Mielgo se sumó al punto de vista: “Aquí nos gusta la querencia por lo que es nuestro, pero con absoluto respeto por el que está enfrente”. Corretja recuperó un concepto habitual en estos casos: “Ir con la bufanda yo no creo que sea positivo como analista”. Y Mielgo le dio la razón: “No, porque distorsiona el partido que ves. Si tomas partido por alguien no lo ves de la forma real en que está sucediendo”.
Corretja hizo el smash definitivo: “Cuando están jugando Rafa o Carlitos te dejas llevar un poco más. Pero intentas ser lo más imparcial posible”.
Después, ambos se dieron cuenta de que, teorizando sobre los planteamientos narrativos, se alejaron demasiado del partido. Mielgo, en un ejercicio de autocrítica, recordó que igual los espectadores les podían reprochar que estaban hablando demasiado con el partido en juego. Y casi como un acto de contrición, enmendaron su conducta: “Vamos a callarnos”. Y se hizo un largo silencio mientras Fritz y Rublev seguían jugando.
No nos perdimos demasiado y, de vez en cuando, está bien recordar que el periodismo siempre debe ir delante del patriotismo.
En definitiva, la imparcialidad es fundamental en el análisis deportivo, y Corretja y Mielgo lo han demostrado una vez más. Su compromiso con la objetividad y la honesta reflexión sobre su propio trabajo es un ejemplo a seguir en el mundo del periodismo deportivo.
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