- Peñarroya y Pedro Martínez, en un momento de 'pausa en el juego' de la vida
- Dos entrenadores, dos decisiones: la incertidumbre ante el futuro
- Peñarroya y Martínez, en un momento de 'pausa en el juego' de la vida
- La incertidumbre de Peñarroya
- La búsqueda de un nuevo desafío
- El fichaje por el Barça
- La reflexión de Martínez
- El nuevo desafío en Valencia
Peñarroya y Pedro Martínez, en un momento de 'pausa en el juego' de la vida
En un giro inesperado, dos figuras destacadas de la escena política y deportiva española, Peñarroya y Pedro Martínez, se encuentran en un momento crítico en sus respectivas carreras. La vida les ha brindado una oportunidad para reflexionar y evaluar sus prioridades, lo que se conoce como pausa en el juego. Esta expresión, tomada del mundo del deporte, se aplica perfectamente a la situación actual de estos dos personajes, que deben tomar decisiones importantes que afectarán su futuro.
Dos entrenadores, dos decisiones: la incertidumbre ante el futuro
Peñarroya y Martínez, en un momento de 'pausa en el juego' de la vida
Joan Peñarroya estaba en el paro, preguntándose con su familia dónde sería su futuro, si llegaría un equipo. Un mes después, firmaba por el Barça. Entre tanto, Pedro Martínez reflexiona sobre su futuro días antes de poner rumbo al Valencia Basket. Es ‘Time out’, un reportaje ACB con dos entrenadores en proceso de decidir su futuro.
La incertidumbre de Peñarroya
El 21 de mayo, en Manresa, Joan Peñarroya tiene tiempo para jugar al golf con su hijo y jugador Marc, y su padre Severiano (81 años). Los ‘Peña’, juntos en una etapa inusual, con las cámaras de la ACB como testigos. “No me había pasado nunca que me destituyeran, y menos tan pronto. Han pasado muchos meses y me lo he tomado como he podido”.
“En la Liga Endesa solo hay 18 puestos de entrenador principal y a excepción de los NBA, son puestos de trabajo que quieren todos los entrenadores del mundo. Es un privilegio entrenar aquí, pero no depende de mí. Si dependiera de mí, haría meses que estaría entrenando”, explicaba, con cierta inquietud por el siguiente paso.
La búsqueda de un nuevo desafío
“¿Cómo lo tienes para la temporada que viene? ¿Un grande?”, pregunta ‘Peña’ padre. “Amor de padre, Peña, en ACB cualquier equipo es grande”, responde. “Quiero estar en un sitio donde crean en ti y haya proyecto”, avanza, antes de reprender a su padre: “Tú sigue poniendo a todo el mundo a partir, que es la manera, voy a tener que irme a entrenar a Japón”.
No ha sido así. 24 días después, Joan Peñarroya firmaba por el Barça por dos temporadas. Un poco más tarde, el 27 de junio, rumbo a su presentación, explicaba que “vuelvo a la normalidad de un entrenador. Estaba en el paro y ahora tengo trabajo, pero ahora en un club muy grande”.
El fichaje por el Barça
“El primero en ponerse en contacto conmigo fue Mario, y a partir de ahí tuvimos una comunicación muy fluida con él, Juan Carlos [Navarro] y Josep [Cubells]. Fueron 4-5 días en los que te das cuenta de la trascendencia del club”.
La reflexión de Martínez
El 21 de mayo, también en Manresa, el Nou Congost canta “Pedro quédate” pero la continuidad exitosa etapa del entrenador catalán en el BAXI Manresa está en el aire. “La pregunta del millón: ¿te quedas? No creo que valga tanto la respuesta, pero la verdad es que no lo sé”, bromea.
“Manresa sabe que tengo la ambición de poder mejorar profesionalmente y tener unas posibilidades deportivas que aquí no me puede dar; eso lo tenemos hablado, aceptado y firmado”, reflexiona al día siguiente, mientras pelea con su perrito.
El nuevo desafío en Valencia
Una semana después, Pedro Martínez firmaba por dos años por el Valencia Basket, retornando al equipo taronja siete años después de ganar la Liga Endesa. “Han sido muchísimas llamadas y conversaciones para llegar a un acuerdo. La salida con Manresa no ha sido nada fácil para mí, han estado informados a tiempo y real y la sensación que he tenido con ellos es que no fue una sorpresa, estaban preparados”.
“Mis hijos se han ilusionado muy rápido… a veces la presión que pone la familia es la más grande”, cuenta camino de una presentación a la que va nervioso. “Las expectativas son motivantes, y estoy dispuesto a ayudar a que esas expectativas, las más ambiciosas, se puedan conseguir, pero no puedo ser el responsable ni de los éxitos ni de los fracasos”, hablaba en la rueda de prensa.
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