La pasión por la pasta lleva al protagonista a dejarlo todo atrás
En un mundo donde la rutina y la seguridad suelen ser las prioridades, un hombre valiente decide tomar un camino diferente. Su pasión por la pasta se convierte en la fuerza motriz que lo lleva a dejar atrás una vida cómoda y predecible. Sin importar las consecuencias, este apasionado de la cocina italiana decide seguir su corazón y dedicarse a la elaboración de deliciosos platillos. ¿Qué lo llevó a tomar esta drástica decisión? ¿Cuáles fueron los desafíos que enfrentó en su camino hacia la felicidad? En esta inspiradora historia, descubriremos cómo la devoción por la pasta puede llevar a alguien a redefinir su propósito en la vida.
La pasión por la pasta gana la partida en el mundo del fútbol
Me encanta el fútbol de selecciones. Disfruto como un gorrino en una cochiquera cada dos años con la Eurocopa o el Mundial. Sin embargo, reconozco que la competición en Alemania me está dejando bastante frío. Espero que el panorama remontará desde hoy con el inicio de las eliminatorias.
Soy reacio al formato con 24 selecciones. Más federaciones, más países contentos, más facilidad para conseguir votos, más dinero. Todo por la pasta. Lo cierto es que la primera fase pierde casi todo el encanto al quedarse solo ocho por el camino. Con una victoria tienes el billete a octavos casi sellado. Incluso sin ninguna.
Un dibujo del torneo con varios problemas
Este dibujo del torneo hace aguas por todos los lados. Lo de que se clasifiquen los cuatro mejores terceros, sin unificación de horarios en la última jornada, les ofrece una ventaja evidente a los que compiten más tarde. Que se lo digan a Eslovaquia o a Rumanía. Pueden ir tomando nota los de Superliga que abogan por encuentros entre los grandes clubes del continente todas las semanas.
Lo que estamos viendo es un perfecto espejo. Lo mucho, cansa. Los grandes se toman las primeras fases con una relajación extrema, solo importa pasar el trago sin desgastarse en exceso.
Un futuro incierto para el Mundial
Si lo de los 24 equipos parece excesivo, ojo que vienen curvas con el Mundial de 48 selecciones que habrá en 2026. ¡¡¡en tres sedes!!! Estados Unidos, México y Canadá. Al menos arreglaron el estropicio del formato de 16 grupos con tres conjuntos, ahora serán grupos de 12 con cuatro países en cada uno. Algo es algo.
Esperemos que la pasión por el fútbol no se vea opacada por la búsqueda de la pasta, y que el verdadero espíritu del deporte sea el que prime en el futuro.
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