Nikola Jokic, el hombre de negocios que salvó a los Denver Nuggets
Con su característico estilo elegante y su imperturbable caminar, Nikola Jokic llegó a la cancha lista para hacer negocios. Y aunque disfruta delegar responsabilidades, esta vez decidió tomar las riendas y mostrar su valía como líder, enseñando su placa de triple MVP.
El serbio se enfrentó a Rudy Gobert y Karl-Anthony Towns, y fue el lobo despiadado que descuartizó a los Minnesota Timberwolves en su propio terreno. Con 35 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, Jokic lideró a los Nuggets a una victoria 107-115 y empató la serie 2-2.
La ayuda de Jamal Murray y Aaron Gordon
Jokic contó con la ayuda de su mano derecha, Jamal Murray, quien anotó 19 puntos. Pero fue Aaron Gordon quien se convirtió en la sorpresa del partido, anotando 27 puntos y coqueteando con la infalibilidad con 11/12 en tiros de campo.
Por su parte, Anthony Edwards lideró a los Timberwolves con 44 puntos, pero fue un lobo solitario en un equipo que carecía de argumentos ofensivos consistentes más allá de él mismo.
El regreso de Jamal Murray
Después de perder los estribos en el Game 3, Jamal Murray volvió a ser él mismo en este partido. Con un decente 8/17 en lanzamientos, Murray clavó tiros difíciles y sacudió las redes con un buzzer-beater de media pista antes del descanso.
La rivalidad con Gobert y Towns
Pero el verdadero duelo estrella fue entre Jokic y Rudy Gobert, el recién proclamado Defensor del Año. El serbio se lanzó a tumba abierta a desafiar al francés, y su rivalidad con Towns fue la clave del partido.
Jokic demostró su valía como MVP, derrochando toda su esencia de líder y mostrando su habilidad para finalizar jugadas con un rico surtido de movimientos. Incluso cuando estaba rodeado por Gobert y Towns, el balcánico encontró la manera de anotar.
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