Un joven sevillano sufre un día loco: roba una moto, pilla a un amigo, se queda sin gasolina y huye de la Guardia Civil, por lo que recibirá un multazo
En una serie de sucesos más propios de una película de acción que de la vida real, un joven sevillano ha protagonizado un día locamente aventurero. La cadena de eventos comenzó cuando robó una moto, pero su aventura no duró mucho debido a que pronto se quedó sin gasolina. Sin embargo, lo que podría haber sido un fin abrupto para su huida, se convirtió en una nueva oportunidad para aumentar la emoción. El joven decidió pilla a un amigo para continuar su fuga, pero la suerte no estaba de su lado. La Guardia Civil se encontraba cerca y comenzó a perseguirlo. Finalmente, el joven sevillano fue detenido y ahora deberá enfrentar las consecuencias de sus acciones, incluyendo un multazo que podría ser muy costoso.
Un día loco en Sevilla: joven roba moto, pilla amigo y huye de la Guardia Civil
Un joven de 26 años, vecino de Sevilla, ha sido condenado al pago de una multa de 3.300 euros tras robar una moto en 2017 en Sevilla y huir con ella, hasta que se quedó sin gasolina y fue finalmente detenido por la Guardia Civil.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, se absuelve a un joven que entonces tenía 19 años al que recogió por el camino, al quedar demostrado que no sabía que su amigo había robado la moto, a la que le hizo un puente cuando se encontraba estacionada en la calle Virgen de Luján de Sevilla, en la barriada de Los Remedios.
La huida y la detención
La moto se quedó sin combustible a la altura de La Rinconada y los dos ocupantes comenzaron a andar por el arcén, donde fueron vistos por una patrulla de la Guardia Civil, de la que se dieron a la fuga. Finalmente, la moto fue recuperada y el ladrón y su acompañante localizados, con una valoración inicial de 2.970 euros en daños al vehículo.
El recurso y la sentencia
En su recurso, el inculpado alegaba que la cantidad reclamada era excesiva y pedía rebajarla a los 600 euros que costó la reparación, aunque el juez indica que lo que se hizo fue una reparación mínima para poder hacer algún uso de su motocicleta, que le había sido devuelta por las autoridades.
Por ello, desestima el recurso y confirma en todos sus términos la decisión del juzgado inicial.
El joven deberá pagar la multa de 3.300 euros, una cantidad que refleja la gravedad de su acción y la responsabilidad que asume por sus actos.
La sentencia es un recordatorio de que la justicia castiga a aquellos que infringen la ley y que la acción de robar una moto y huir con ella es una falta grave que tiene consecuencias económicas y legales.
Deja una respuesta