Un cliente sorprendido: un bar le factura un café y un croissant con el mensaje Nos vamos a la mierda en el ticket
En un incidente inédito, un cliente de un bar en ciudad no especificada se llevó una gran sorpresa al recibir la factura de su consumición, compuesta por un café y un croissant. Lo insólito del caso es que, junto al importe a pagar, el establecimiento incluyó un mensaje inapropiado y sorprendente: Nos vamos a la mierda. La reacción del cliente fue de estupefacción y disgusto, lo que llevó a la situación a viralizar en las redes sociales, generando un gran revuelo y cuestionamientos sobre la profesionalidad del personal del bar.
El café y el croissant con un mensaje brutal: 'Nos vamos a la mierda'
Ahora que hemos dejado atrás el verano, que nos ofrece tantas horas de sol para disfrutar de una bebida fría en la terraza de un bar, llegan esos días fríos en los que apetece resguardarse y tomar un café, un té o algo similar para combatir las bajas temperaturas.
Lo malo es que, a pesar de que estos momentos deberían ser para relajarnos, desconectar durante un rato y olvidarnos de otros problemas, la realidad es que ni siquiera así evitamos los disgustos. Y es que, cuando salimos a tomar algo fuera de casa, la mayoría de esos enfados llegan cuando recibimos la cuenta. Es entonces cuando se termina la paz y la tranquilidad.
Eso le ocurre a decenas de perfiles anónimos en internet, que no dudan en publicar estas anécdotas, haciéndose muchas de ellas virales. Pero no son solo estos usuarios los que expresan sus frustraciones en redes. También lo hacen perfiles conocidos, tal y como ha ocurrido recientemente con Mikel Izal, vocalista del grupo de pop-rock IZAL.
Mikel Izal, sorprendido con un ticket 'cuqui' en un bar
El cantante no dudó en compartir lo que le ocurrió en lo que él llama un sitio cuqui. El mundo se está yendo a la mierda. Hoy estaba cerrado el bar de toda la vida donde desayuno siempre. El bar sin pretensiones, donde un café y una tostada con mantequilla y mermelada valen lo que cuestan y me los tomo a gusto en una mesa y una silla de las de toda la vida, con un diseño eficaz que prima la comodidad sobre la estética, describía el cantante.
Me he tenido que venir a un 'sitio cuqui'. Uno de los muchos que han invadido mi calle. Es un lugar incomprensible y extremadamente inhóspito. Es imposible permanecer más de diez minutos sentado en el murete de baldosa (bien fría) en el que me ha tocado encasquetarme, con una mesita baja absolutamente inútil, que me ha reventado la rodilla al sentarme, proseguía el artista.
Las quejas de Mikel Izal tras ir a un 'sitio cuqui' a desayunar
La gente no para de sacar fotos de sus desayunos extremadamente caros pero cuquis, en unos taburetes extremadamente incómodos pero 'cools', con sus portátiles de manzanita mordida sobre mesas extremadamente estrechas, pero de diseño. No entiendo nada. Y esta sensación, últimamente cada vez más, siente que se extiende al resto del mundo. Por cierto, café con leche y croissant: 8,20 euros. Nos vamos a la mierda, terminaba Izal, que se llevaba las manos a la cabeza tras recibir el ticket.
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