Un árbitro alemán lleva a Inglaterra a la final contra España
En un partido emocionante celebrado en el estadio de Wembley, Inglaterra logró clasificarse para la final de la competición internacional más importante del fútbol, después de vencer a Dinamarca en la semifinal. El encuentro, que terminó con un resultado de 2-1 a favor de los ingleses, estuvo marcado por una polémica decisión del árbitro alemán, Felix Brych, quien concedió un penalti a favor de Inglaterra en el minuto 103, que cambió el rumbo del partido. Con esta victoria, Inglaterra se enfrentará a España en la final, en lo que promete ser un partido emocionante y disputado.
Inglaterra se acerca a la gloria: un árbitro alemán decide el destino en la final de Eurocopa
Los inventores del fútbol, Inglaterra, jugarán su segunda final de la Eurocopa de la historia, y, lo que es aún más increíble, intentarán ganar su primer título. Después de lo visto ayer, España tendrá un camino muy difícil para ganar el torneo.
No es porque la selección de Southgate tenga una gran plantilla, que la tiene; ni porque anoche jugase un gran fútbol, que no lo hizo; ni porque fuera mucho mejor que Países Bajos, que no lo fue. España sufrirá si Inglaterra vuelve a tener el tinglado arbitral de su parte, como anoche.
El penalti pitado por el VAR, por el juego peligroso de Dumfries sobre Kane, fue muy raro. Eso propició el empate y el inicio de la remontada, tras el golazo de Xavi Simons. En la jugada del penalti, que el árbitro no vio por ninguna parte, es una jugada donde Kane remata y, por la inercia del disparo, su pierna choca con la del defensa que quiere impedir el trallazo.
El contacto es evidente, pero ¿quién golpea a quién? ¿Cuántos penaltis se pitarán, por este criterio, cuando un jugador golpea a otro después del chut y con el balón ya en las nubes?
En el segundo tiempo, el colegiado alemán Felix Zwayer estuvo tremendamente sibilino. Ningún robo que pase a la historia del fútbol. Nada de lo que Koeman pueda quejarse amargamente. Pero a cada jugada a balón parado a favor de los neerlandeses, Zwayer pitaba falta en ataque de un jugador naranja.
Si no era un agarrón, era un bloqueo, cuando en todas esas acciones, con las torres preparadas para el remate (Van Dijk, Dumfries, Gakpo y el gigantón Weghorst), los bailes, tirones y triquiñuelas eran de ida y vuelta. Mucho ojito con la final.
Esperemos que en la final, el arbitraje sea más justo y no decida el destino del campeonato. Inglaterra tendrá que demostrar que puede ganar sin la ayuda del árbitro, y España tendrá que estar atenta a las decisiones del colegiado.
La final de la Eurocopa promete ser emocionante, pero también justo. El fútbol merece ganar, y no el arbitraje.
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