Tensión en el Metropolitano: la noche en que los espectadores se convirtieron en protagonistas con sus mecheros

Tensión en el Metropolitano: la noche en que los espectadores se convirtieron en protagonistas con sus mecheros

En una noche de emociones intensas, el Metropolitano fue testigo de un inédito episodio de tensión que trascendió los límites del campo de juego. La presión y la ansiedad se palpaban en el aire cuando, en un momento clave del partido, los espectadores se convirtieron en protagonistas de una forma inesperada. Fue la noche en que los mecheros, objetos comunes en los estadios, se transformaron en símbolos de pasión y rebeldía. ¿Qué sucedió exactamente en aquel partido? ¿Cuál fue el detonante que llevó a los espectadores a tomar el control de la situación? En las siguientes líneas, repasamos los hechos que llevaron a esta noche inolvidable en el Metropolitano.

Derbi en crisis: el Metropolitano se convirtió en escenario de tensión y violencia

A diferencia de otras ocasiones, el derbi madrileño disputado ayer en el Metropolitano no será recordado ni por los goles, ni por las jugadas ni por las paradas de ningún futbolista. Será recordado por ser el primero que se suspendió temporalmente (16 minutos estuvo el juego detenido con los protagonistas en el vestuario) por el lanzamiento de objetos desde la grada.

Pero, ¿cómo se desarrollaron los hechos? El partido, muy caliente desde el principio como todos los de esta ‘especie’, estaba discurriendo con normalidad hasta que el Real Madrid, tras una buena jugada de Vinicius, se adelantó en el marcador por medio de Militao en el minuto 64.

Durante el transcurso del gol, según se ha conocido en la ‘resaca’ del partido, Courtois ya había estado escuchando gritos provenientes del Fondo Sur que decían: “Courtois, muérete, Courtois, muérete’ y con el gol, el portero belga se encaró con ellos para presumir del tanto y fue entonces cuando se desató la tormenta.

En ese momento, empezaron a caer objetos desde la grada tales como mecheros, botellas de agua con tapón y alguna que otra bolsa con algún tipo de contenido indescifrado. El portero recolectó una serie de ellos y se los fue a llevar al árbitro para informarle de lo ocurrido.

En ese momento, el colegiado, Busquets Ferrer, lo tuvo claro y se dirigió al delegado de campo del Atlético de Madrid para dejar constancia de lo ocurrido y para que se llevara a cabo el protocolo establecido en este tipo de casos por el cual la megafonía del estadio debía advertir hasta tres veces si el lanzamiento no cesaba.

Aquello fue lo que ocurrió, que no pararon de caer objetos y el árbitro, siguiendo el criterio establecido, mandó a los jugadores a vestuarios para suspender el partido de forma cautelar durante unos 16 minutos.

Durante ese tiempo, la grada esperaba impaciente las noticias que llegaban desde el campo hasta que, ya alrededor de las 22:45 horas de la noche, el partido se reanudó y terminó con el empate a uno que ya todos conocen.