En el estadio de la Champions, la incertidumbre y la inquietud se han apoderado del ambiente. La próxima edición de la competencia ha generado un clima de dudas y interrogantes entre los aficionados y expertos. ¿Qué sucederá con los equipos favoritos? ¿Cuál será el factor clave para alcanzar el título? Estas preguntas y muchas más rondan por la mente de aquellos que siguen de cerca la máxima competencia de clubes de fútbol europeo. En este artículo, analizaremos los desafíos y oportunidades que se avecinan en el estadio de la Champions y trataremos de desentrañar los misterios que rodean a esta edición.
La incertidumbre reina en el Girona: ¿quedarse en Montilivi o mudarse a Barcelona?
El Girona se enfrenta a una decisión crucial: seguir en casa o cambiar de estadio. Con la posición de Champions lograda, el equipo catalán sigue mostrando públicamente sus máximas intenciones por quedarse en casa y oír el himno de la máxima competición europea con algo más de 9.500 espectadores, pero el plan B podría coger más peso en las próximas semanas, aunque la decisión final aún no se haya tomado oficialmente.
Las constantes negativas de la UEFA a las gradas supletorias no parecen invitar al optimismo y, a pesar de que la masa social -incluso los aficionados del Girona que residen en Barcelona- prefiere estrenarse en Europa sobre el césped del feudo ‘gironí’, hacen dudar a más de uno sobre una decisión de gran peso sobre la entidad ‘blanc-i-vermella’.
La UEFA presiona para que el Girona se mude a Barcelona
Precisamente, es la UEFA la mayor interesada en que los partidos de los de Míchel se produzcan en la ciudad condal. Según ha podido saber Mundo Deportivo, por comodidad, tamaño, calidad de los espacios, seguridad, resultados televisivos y facilidades para clubes y aficiones visitantes, la organización habría mostrado al club catalán sus pretensiones y, para ello, incluso habría ofrecido algún tipo de incentivo o ayuda, animando a que la cúpula de Montilivi se decante por el ‘plan B’, información que no ha sido confirmada por el Girona FC.
En el club todos han priorizado desde el primer momento, así como en el nuevo proyecto del estadio, permanecer en el mismo lugar. Más allá del deseo unánime de club y afición, sería la más viable, pero, quizás, también la más costosa.
El presidente del Girona, Delfí Geli, habla sobre la situación
“Hemos dado la información de trasladar nuestras ganas de jugar en Montilivi, entendemos que la gente también quiera jugar en casa, pero estamos hablando con la UEFA y nos pide muchas cosas que supondría grandes inversiones. A lo mejor no vale la pena hacer tantos cambios para cuatro días, porque estamos también programando el proyecto del estadio nuevo”, argumentó el presidente.
Las declaraciones de Geli podrían llevar a la reflexión de que, quizás, al club no le merezca la pena hacer una inversión tan mayúscula, con el proyecto del nuevo estadio definido, volverían a tener que remodelar y cambiar zonas a las que se les estaría dando un poco tiempo de uso para el gasto que supone. Si ‘no vale la pena’, el club podría estudiar con más peso la opción que les estaría planteando la UEFA.
Míchel y Pere Guardiola también hablan sobre la situación
Míchel, también mostró claro su punto de vista en RAC 1. “Tiene que ser en Montilivi y es una pena que pueda haber gente que no pueda entrar en el estadio, pero necesitamos escuchar el himno de la Champions en nuestra casa. Jugar seguro que se puede en Montilivi”.
Pere Guardiola, también dedicó unas palabras al tema recientemente. “Haremos todo lo posible por jugar la Champions en Montilivi, no hay mucha más solución. La otra opción pasa por buscar otro estadio y eso supondría trasladarse a Barcelona, ese es el plan B”.
Por rentabilidad económica, por otro lado, podría parecer más beneficioso llenar un estadio de 40.000 a 50.000 espectadores, cuadruplicando las cifras -en el mejor de los casos- de un estadio gerundense que se quedaría con algo más de 9.500 localidades.
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