¿Por qué los perros son los únicos que no festejan los triunfos del seleccionado español?

¿Por qué los perros son los únicos que no festejan los triunfos del seleccionado español?

En un análisis más que interesante, nos preguntamos ¿por qué? mientras observamos la reacción de nuestros mejores amigos, los perros, ante los éxitos del seleccionado español. Mientras que los españoles se enfervorizan con cada victoria, los perros parecen indiferentes ante el grito de ¡Viva España!. ¿Es que no comprenden el concepto de patriotismo? ¿O es que simplemente no les importa quién gane o pierda? En este artículo, vamos a descubrir las posibles razones detrás de esta aparente indiferencia canina y a reflexionar sobre la relación entre los perros y el fútbol.

¿Por qué los perros no festejan los triunfos del seleccionado español?

Los goles de España en la Eurocopa se celebran con gran entusiasmo. ¡Claro que sí! Brotan los gritos, cánticos y vítores y, acto seguido, se escuchan fuegos artificiales y petardos. Un festejo que, en el caso de Pamplona, puede ser doble, ya que la Euro coincide con los Sanfermines, la fiesta local española más internacional. Ahora bien: entre tanto festejo, ¿alguien ha pensado en los perros?

La Eurocopa y los Sanfermines: ¿qué riesgo acecha a los perros?

Los perros, pero también otros animales, son muy sensibles al estruendo, a los gritos y a las detonaciones. Es sencillo de entender: su umbral del dolor es bastante inferior al de los humanos. Tienen un umbral auditivo de aproximadamente 95 decibelios, mucho más bajo que las personas de carne y hueso.

Es decir, el ruido de petardos, los fuegos artificiales, las sirenas de ambulancias y de los bomberos, los gritos efusivos de ‘Goooool’ o los vítores colectivos tras una victoria pueden ser terribles para un perro, ya que este animal tiene una mayor sensibilidad auditiva que el humano, de manera que pueden percibir como dolorosos ciertos estímulos. Un perro puede sentir incluso una tormenta a más de diez kilómetros de distancia. Son capaces de percibir sonidos inaudibles para el oído humano.

Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE) se pide a la población, especialmente a los propietarios, que tome conciencia de esta situación, especialmente en esta época estival: no está de mal recordar que en España hay más perros que personas menores de 14 años y que un festejo descontrolado puede terminar siendo un episodio de tortura antes que de diversión para los mejores amigos del hogar.

Recomendaciones para calmar a tu perro

Las recomendaciones de la RSCE para calmar al perro pasan desde recurrir a música suave como el jazz hasta insonorizar el hogar y aislarlo de cualquier ruido exterior. Igualmente, unas palabras tranquilizadoras y cariñosas hacia el perro formuladas en tono suave lograrán disminuir su estrés.

Si se espera que haya mucho ruido (la final de la Eurocopa o una celebración al aire libre cercana a la vivienda), lo ideal en estos casos es preparar un lugar seguro para el perro, lo más alejado del ruido. Una habitación insonorizada es una buena opción. Otra, los baños con baldosas porque amortigua mejor el sonido de afuera. Y otra idea, por exagerada que parezca, es escapar todos de casa durante las grandes celebraciones.

Otros ruidos que pasan desapercibidos

El ruido es algo con lo que se convive habitualmente durante el estío: conciertos de verano, las verbenas, las ferias. Pero también hay que prestar un poco de atención a otros sonidos más cotidianos que pueden alterar el ánimo de nuestro compañero más fiel.

¿El perro huye de la lavadora? ¿Se esconde debajo de la mesa cuando se aspira la casa? Según un estudio del sector asegurador, dos de cada cinco perros huyen de la habitación hasta que la aspiradora se apaga; y uno de cada cinco se esconde a su vez debajo de la mesa o el sofá debido a la ansiedad que les produce el ruido.

No es solo la aspiradora: el secador de pelo, la una batidora… En definitiva, si a los humanos ese ruido les resulta molesto, a los perros, que tienen una sensibilidad auditiva mucho mayor, ese sonido tan fuerte les resulta prácticamente insoportable. Por eso hay que procurar que el animal esté lo más lejos posible. ¡Todo por nuestro mejor amigo!