- ¿Párkinson, una patología del sistema nervioso o del sistema digestivo? Nuevas hipótesis revolucionan la comprensión de la enfermedad
- El Párkinson, un trastorno que podría estar relacionado con problemas gastrointestinales, según un nuevo estudio
- La conexión entre el intestino y el cerebro
- El papel de las proteínas en el desarrollo del Párkinson
- La relación entre el daño en la mucosa y el Párkinson
¿Párkinson, una patología del sistema nervioso o del sistema digestivo? Nuevas hipótesis revolucionan la comprensión de la enfermedad
La enfermedad de Párkinson, una de las afecciones neurológicas más comunes y debilitantes, ha sido tradicionalmente considerada una patología del sistema nervioso. Sin embargo, nuevas investigaciones están revolucionando nuestra comprensión de esta enfermedad, sugiriendo que el sistema digestivo también podría desempeñar un papel clave en su desarrollo. Estas nuevas hipótesis, que cuestionan la visión tradicional de la enfermedad, podrían llevar a un cambio significativo en la forma en que se aborda el tratamiento y la prevención de la enfermedad de Párkinson. En este artículo, exploraremos estas nuevas teorías y lo que significan para el futuro de la investigación y el tratamiento de esta enfermedad.
El Párkinson, un trastorno que podría estar relacionado con problemas gastrointestinales, según un nuevo estudio
La enfermedad de Párkinson afecta a más de 7 millones de personas en el mundo, y el número de casos se ha duplicado en los últimos 25 años a nivel mundial. Es la enfermedad neurodegenerativa de crecimiento más rápido a nivel mundial, superando incluso al Alzheimer.
Se trata de un trastorno progresivo en el sistema nervioso que influye en las partes del cuerpo que controlan los nervios. Sin embargo, desde hace ya un tiempo la ciencia había encontrado una vía de conexión entre el cerebro y el intestino. Ahora, un nuevo estudio no solo refuerza la teoría de que las afecciones gastrointestinales podrían tener vinculación con el desarrollo de la enfermedad de Párkinson, sino que también halló el canal de comunicación entre el intestino y el sistema nervioso central.
La conexión entre el intestino y el cerebro
Un reciente estudio del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston sumó más evidencias con respecto a que el origen de la enfermedad de Párkinson estaría en los problemas gastrointestinales. De acuerdo a la investigación, las personas con Párkinson evidencian problemas intestinales, más precisamente en el colon, incluso entre 10 y 14 años antes que se manifiesten síntomas motores propios de esta enfermedad neurodegenerativa, como temblores o rigidez.
Subhash Kulkarni, autor del nuevo estudio, explica que una hipótesis derivada del estudio sugiere que, en muchos pacientes de Párkinson, el enfoque de la enfermedad debe ser de abajo hacia arriba, comienza en el intestino y llega hasta el cerebro.
El papel de las proteínas en el desarrollo del Párkinson
A diferencia de la teoría del cerebro primero, estos hallazgos respaldan la hipótesis del intestino primero, propuesta en 2003 por el anatomista alemán Heiko Braak, quien estudió numerosas autopsias de pacientes con Párkinson. Esta hipótesis sugiere que la enfermedad neurodegenerativa se origina a partir de una proteína mal plegada en los nervios del tracto gastrointestinal, y que desde allí se propagan al cerebro.
Las proteínas están compuestas por cadenas de aminoácidos y deben plegarse de manera específica para cumplir su función, pero cuando se pliegan de forma incorrecta, no pueden funcionar de forma adecuada y forman agregados, pequeños grupos que afectan el funcionamiento de los órganos. En el caso del Párkinson, se trata de una proteína llamada alfa-sinucleína.
La relación entre el daño en la mucosa y el Párkinson
El nuevo estudio encontró que el daño en la mucosa del intestino representa un 76% más de riesgo de desarrollar Párkinson. Kulkarni y su equipo halló que las personas con afecciones gastrointestinales graves, en especial úlceras u otros daños en el revestimiento del esófago, el estómago o la parte superior del intestino delgado, tienen más riesgo de desarrollar Párkinson.
Los expertos sugieren aumentar el seguimiento de pacientes con daño en la mucosa y enfermedades relacionadas, como úlceras pépticas, esofagitis e infección por H. pylori. Hay motivos para ser cautelosos, pero no para entrar en pánico. No estamos afirmando que todas las personas con daño en la mucosa desarrollarán Parkinson. Sin embargo, existe una relación y necesitamos entender los mecanismos que podrían ayudar a reducir el riesgo en estos pacientes, aclara Kulkarni.
Los resultados de dicha investigación cobran importancia para facilitar la detección temprana del Párkinson, mejorar su tratamiento y, con suerte, algún día permitir su prevención.
Es importante tener en cuenta que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
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