Nuevas tensiones en la RFEF: ¿Qué rumbo tomará el proceso electoral después de la reciente crisis?
La Royal Spanish Football Federation (RFEF) se encuentra nuevamente en el ojo del huracán después de la reciente crisis que ha sacudido sus estructuras. Los eventos recientes han generado un clima de incertidumbre en torno al proceso electoral que se avecina, lo que ha llevado a muchos a cuestionarse sobre el rumbo que tomará esta elección. La tensión es palpable dentro de la institución, y se especula con la posible intervención de la FIFA o la UEFA para intentar resolver la situación. En este contexto, es fundamental analizar las consecuencias de esta crisis y explorar los posibles escenarios que se pueden dar en las próximas semanas.
Crisis en la RFEF: ¿Qué rumbo tomará el proceso electoral después de la anulación del proceso por el TAD?
Ayer viernes, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) anuló el proceso electoral a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se inició el pasado 10 de septiembre. La única candidata que iba a ser reconocida en este proceso era María Ángeles García Yaye, quien debía ser elegida el próximo viernes 27.
La decisión del TAD se basa en el hecho de que no ha habido un cese del anterior presidente Pedro Rocha, quien fue inhabilitado por el propio TAD para los dos próximos años el pasado 16 de julio, y se le denegaron las medidas cautelares el pasado 3 de septiembre.
En la resolución, el TAD insta a que, según el artículo 26 de los Estatutos federativos, debería haberse convocado una Asamblea General para elegir al nuevo presidente. Esto se debe a que la Asamblea General es el órgano que tiene las competencias para la elección y cese del Presidente.
¿Qué va a hacer ahora la RFEF?
Lo primero que debe hacer la RFEF es volver a constituir la Junta Directiva disuelta como consecuencia de este proceso anulado, y que fue nombrada por Pedro Rocha tras ser elegido el pasado 26 de abril. Esta Junta Directiva es el órgano que tiene capacidad para realizar la convocatoria oficial de elecciones en la RFEF.
Lo normal a día de hoy es que la Junta Directiva convoque en las próximas semanas elecciones a todos los órganos directamente y para los próximos cuatro años, según el artículo 17.11 de la Orden que regula los procesos electorales. Esto se debe a que la persona que ostente la presidencia de una federación deportiva española sea suspendida o inhabilitada por resolución definitiva un período igual o superior al que resta para agotarse el mandato, siendo éste igual a superior a seis meses.
Hay dos motivos para adoptar esta decisión. El primero es que hoy finaliza el mandato electoral que inició Luis Rubiales hace cuatro años. El dimitido e inhabilitado presidente por FIFA fue reelegido el 21 de septiembre del 2020. Pero además, apenas quedan tres meses y 10 días para concluir este 2024, período durante el cual debe realizarse obligatoriamente este proceso electoral en todas las federaciones deportivas.
¿Cuál es el camino a seguir?
Una vez que se produzca la convocatoria de elecciones, la Junta Directiva tendrá que constituirse de nuevo en Gestora con un máximo de 12 personas, donde seis serán elegidas por la Comisión Delegada y otras seis por la Junta Directiva. Se iniciará el proceso electoral donde primero se eligen a los 143 miembros de la futura Asamblea General, que será quien elegirá al futuro presidente.
La otra opción, mucho más complicada por los tiempos, pasa por volver a empezar lo que estaba previsto ahora. Es decir, primero tendría que convocar la Asamblea General que ejecutase el cese de Pedro Rocha. Y luego, una vez se produzca, la Junta Directiva convocaría de nuevo elecciones a la presidencia según el artículo 31.8 de los Estatutos de la RFEF, que dice Si el Presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora y convocará elecciones para proveer al cargo; el que resulte elegido ocupará el cargo por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido.
Este camino corre el riesgo de ser impugnado de nuevo, además de que los tiempos electorales hacen casi imposible que las elecciones obligatorias a todos los órganos, y para los próximos cuatro años, se realizarán dentro del año 2024.
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