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Una cita desafortunada en First Dates
El restaurante más famoso de la televisión abrió nuevamente sus puertas para dar nuevas oportunidades a solteros y solteras de encontrar el amor. Sin embargo, la cita entre Magda, de 55 años, y Serafín, de 60, no fue precisamente un éxito.
Serafín, el policía jubilado
Serafín, un policía jubilado de León, fue el primero en entrar al restaurante. Reconoció que no había tenido mucha suerte en el amor y buscaba la felicidad y el compromiso. Le comentó a Carlos Sobera que quería a una mujer que fuera activa, estilizada y se cuidara.
La cita con Magda
El programa le preparó una cita con Magda, brasileña residente en Granada, que reconoció que era un poco antigua con respecto a lo que esperaba de un hombre. Sin embargo, las primeras impresiones no fueron buenas. Aunque Magda se mostró abierta a conocer a su cita, Serafín físicamente no le gustó. Se ve que es una mujer que no ha hecho deporte en su vida, comentó ante las cámaras del programa.
La cosas empeoran
No compartían intereses o aficiones, y pronto llegaron los primeros rifirrafes en la mesa. Magda no dejó de preguntar e incluso se interesó por el ámbito romántico y sexual, preguntando a Serafín por sus relaciones sexuales y con cuántas mujeres se había acostado.
Uno no lleva la cuenta de eso tampoco. No soy aquí Julio Iglesias., comentó, incómodo, el de León. No es el momento adecuado ni la situación, se quejó en los totales.
La pregunta indiscreta
La soltera sorprendió lanzando la siguiente pregunta: ¿Puedo preguntar qué tamaño de zapato usas?. 43,5 largo, respondió con sequedad el soltero. Cuánto mides de pie es una pregunta indiscreta para ver cuánto mides de verga, comentó después el expolicía.
La discusión continua
Serafín continuó: ¿Sabes una cosa? La mujer no disfruta porque la verga sea más grande, sino porque sea más gorda. Magda respondió: Yo no he dicho nada. El ambiente se volvió cada vez más tenso.
La decisión final
Cuando llegó el momento de pagar, no se pusieron de acuerdo. Al final, Serafín lo tuvo claro: Yo no tendría una segunda cita contigo porque no veo el 'feeling' correspondiente, tanto físico como mental.
Magda no se fue sin lanzar una nueva pulla: Serafín, a mí me gustaría tener una segunda cita contigo, ¿pero sabes por qué? Para darte la oportunidad de ser mejor, de saber cómo tratar a una mujer.
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