- No hay detalles excesivos: Daniel Sancho pone límites en su estancia en prisión
- Daniel Sancho, el recluso con estilo: solicita instrumentos para su entrenamiento en Muay Thai
- La adaptación a la prisión no es fácil, pero Daniel Sancho lo hace con deporte y cocina
- La difícil tarea de cumplir con sus deseos
No hay detalles excesivos: Daniel Sancho pone límites en su estancia en prisión
En una noticia que ha generado gran interés, se informa que Daniel Sancho, un individuo sin precedentes públicos, ha establecido límites claros en su estancia en prisión. Aunque no se conocen los detalles de su situación, es evidente que Sancho ha decidido tomar el control de su entorno y establecer normas estrictas para su propia vida en la institución penitenciaria. Sin embargo, es importante destacar que la falta de información disponible sobre este individuo y su situación hace que esta noticia sea aún más intrigante y misteriosa. A continuación, se explorará más a fondo esta inusual historia.
Daniel Sancho, el recluso con estilo: solicita instrumentos para su entrenamiento en Muay Thai
Daniel Sancho, hijo del conocido periodista Rodolfo Sancho, sigue en proceso de adaptación a su nueva casa: la cárcel de Surat Thani. Un centro penitenciario mucho menos amable que el de Koh Panghan, en el que ha pasado este último año a la espera de conocer su condena por el presunto asesinato y descuartizamiento del médico colombiano Edwin Arrieta.
La adaptación a la prisión no es fácil, pero Daniel Sancho lo hace con deporte y cocina
La adaptación a la prisión no es fácil, pero Daniel Sancho ha encontrado una forma de hacerla más interesante: el deporte. Y más concretamente, el Muay Thai, una de sus grandes pasiones junto a la cocina. De hecho, ha pedido a la dirección de la prisión una serie de instrumentos para poder llevar a cabo esta disciplina:
seis pares de guantes de boxeo, un protector, protectores bucales de pecho y espinillas. Además, ha solicitado tapones para los oídos y un libro en inglés para aprender tailandés. Algo fundamental dentro de esta prisión, ya que apenas cuenta con reclusos extranjeros, por lo que no le servirá con hablar la lengua de Shakespeare.
La difícil tarea de cumplir con sus deseos
Sin embargo, parece difícil que el joven cumpla con sus deseos. Según ha asegurado Javier Casado, director de la Fundación +34, en las cárceles tailandesas, los funcionarios no quieren discriminaciones por lo que meter esa ropa de deporte no será nada fácil. Y ha añadido: Otra opción es que decida compartirla con sus compañeros, ha sentenciado.
Esperamos que Daniel Sancho logre encontrar una forma de llevar a cabo su pasatiempo favorito en la prisión, y que su adaptación sea lo más fácil posible.
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