Menotti, el estratega que dejó huella en el Barça en un corto pero intenso período
En la rica historia del Fútbol Club Barcelona, pocos entrenadores han dejado una huella tan profunda como César Luis Menotti, el estratega argentino que llevó al equipo blaugrana a nuevas cotas de éxito en un período breve pero intenso. Con su llegada al banquillo azulgrana en 1983, Menotti trajo consigo un estilo de juego innovador y vanguardista que revolucionó la forma en que se entendía el fútbol en España. A lo largo de sus dos temporadas en el Barça, el entrenador argentino logró cosechar importantes éxitos, entre los que destacan la Liga de 1984-85 y la Copa de la Liga de 1986. A continuación, repasamos la trayectoria de este entrenador visionario que cambió la faz del fútbol catalán.
Menotti, el estratega que se quedó en el corazón del Barça
Dejar huella en el mundo del fútbol suele estar vinculado al tiempo que un profesional ha dedicado a un equipo en concreto. Al menos en el FC Barcelona, no es ese el caso de César Luis Menotti, fallecido a los 85 años el pasado domingo.
El técnico argentino apenas estuvo en el banquillo del Camp Nou 15 meses, desde marzo de 1983 a junio de 1984, pero cuatro décadas después de esa breve etapa se recuerdan bastantes cosas que ya forman parte de la memoria colectiva culé.
Habló, por ejemplo, de los biorritmos para argumentar los entrenamientos vespertinos, de esas urgencias históricas, latiguillo que cíclicamente se rescata en el barcelonismo cuando vienen mal dadas, o del achique de espacios, una expresión con menor pervivencia pero, desde luego, mucho más florida que la presión tras pérdida o el bloque bajo y el bloque alto de nuestros días.
Ganó una Supercopa, una Copa de la Liga y una Copa del Rey, pero más que la importancia intrínseca de esos éxitos, quedó el haber ganado partidos muy recordados al Real Madrid y el cuajo que estaba cogiendo una dupla llamada a marcar época formada por Diego Maradona y Bernd Schuster.
La rapidez con que se empapó del significado del 'més que un club' que marcó la vida social del Barça también ayuda a entender la impronta que hoy se le reconoce a Menotti en Barcelona.
No es fácil, y menos para un entrenador que no ganó ni una Liga ni una competición internacional con el Barça, haber dejado ese recuerdo.
Otros casos de jugadores que dejaron huella en el Barça a pesar de sus breves estancias son Hansi Krankl, quien apenas jugó una temporada completa en el Barça, la 1978-79, y Romário da Souza, que llegó al Barça en el verano de 1993 procedente del PSV Eindhoven y prometió 30 goles el primer día, goles que acabó marcando.
Ronaldo Nazario también coincidió con Romário en la selección brasileña y tuvo una historia culé similar, tan efímera como intensa.
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