La tensión crece: ¿cómo se enfrió la relación entre el entrenador y Ilkay Gündogan en el equipo?

La tensión crece: ¿cómo se enfrió la relación entre el entrenador y Ilkay Gündogan en el equipo?

En el seno del equipo, una tensión creciente se ha apoderado de la relación entre el entrenador y el mediocampista alemán, Ilkay Gündogan. Lo que parecía ser una armonía en el vestuario, se ha convertido en un distanciamiento notorio entre ambas partes. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué ha llevado a este enfriamiento en la relación entre el estratega y uno de los jugadores más importantes del equipo?

Agujero en el vestuario: tensión crece entre entrenador y Gündogan en el Barça

Ilkay Gündogan llegó al FC Barcelona de forma gratuita y, en su primera temporada, su rendimiento estuvo según las expectativas. Aunque el equipo no ganó ningún título, Gündogan se salvó de la quema. Fue el jugador que más minutos jugó, no se lesionó en ningún momento, aportó calidad a la creación del juego y lideró las asistencias de gol con 14. Además, anotó cinco tantos, uno de ellos de penalti. Sin embargo, su principal debilidad fue la de sufrir corriendo hacia atrás mientras los rivales se aprovechaban de ello.

Y, de pronto, en la noche de la eliminación de la Champions League ante el PSG, Gündogan generó una tensión en el vestuario que, según palabras de Xavi, era el mejor de todos los que había visto en su larga carrera. En el flash interview, la sinceridad del alemán generó un conflicto que nunca más se apagó del todo, al criticar a Ronald Araujo y señalarle públicamente como causante del descalabro.

Estoy decepcionado, muy decepcionado. Estaba en nuestra mano y se lo hemos regalado al PSG de la forma más fácil. Es imposible remontar si uno de tus jugadores es expulsado. Sentíamos que teníamos el control, antes de la expulsión. Si es falta, es tarjeta roja, dijo Gündogan. Y a partir de ahí, ahondó largamente en la idea de que Araujo debía haber dejado a Barcola, aunque costase encajar un tanto.

Quienes no encajaron bien las palabras, insolidarias, fueron Araujo y el resto de compañeros. Gündogan tuvo que explicarse, al día siguiente, a puerta cerrada. Públicamente se zanjó el tema, pero quedó pelusilla y resquemor. Fue un antes y un después.

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Que ahora Laporta se pueda ahorrar un sueldazo (para inscribir a otros), también es un motivo para que en el club deseen que se marche. Además, en su puesto están talentos culés, más jóvenes, con más hambre y más gol, como Fermín o el fichaje estrella: Dani Olmo. ¿Bye, bye, Ilkay?

La situación actual entre Gündogan y el entrenador Xavi es tensa, y se especula sobre el futuro del alemán en el club. ¿Será este el final de su aventura en el Barça?