La situación se vuelve cada vez más complicada en el Sánchez Pizjuán
El estadio Sánchez Pizjuán, feudo del Sevilla Fútbol Club, es el epicentro de una situación crítica que se va agravando con cada partido. La mala racha del equipo en la Liga española, sumada a los problemas disciplinarios de algunos de sus jugadores, ha generado un clima de inquietud entre los seguidores y la directiva del club. Los resultados deportivos no acompañan y la presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores es cada vez mayor. En este escenario de incertidumbre, se especula con posibles cambios en el equipo y en la estructura del club. ¿Cuál será el futuro del Sevilla en este momento de crisis institucional?
Sevilla en crisis: La primera victoria ausente y preocupantes señales de descenso
La situación en el Sánchez-Pizjuán se vuelve cada vez más complicada. El nuevo Sevilla de García Pimienta se va al parón de la Liga con muy malas sensaciones, sin conocer el triunfo y con solo dos empates, lo que los deja en puestos de descenso. Esta amenaza ya lleva rondando tres temporadas.
Ante el Girona, el equipo andaluz sumó su segunda derrota consecutiva en casa, lo que provocó la ira de la afición, que vuelve a estallar contra la directiva que lideran José María del Nido Carrasco como presidente y Pepe Castro como vicepresidente.
Ni el debut del argentino Barco sirvió para que el Sevilla cambiara su dinámica, claramente negativa. Con la plantilla desmantelándose semana a semana (Ocampos será el próximo en salir rumbo a la liga mexicana), las expectativas son aterradoras.
El proyecto de García Pimienta y Víctor Orta causa verdadero terror entre los suyos, que protestaron de lo lindo. No ven nada potable. La buena propuesta ofensiva (ante los de Míchel ni eso) cae en saco roto con una defensa de mantequilla.
El entrenador elegido para sustituir a Quique Sánchez Flores todavía no sabe lo que es ganar desde su llegada a Nervión y, como técnico, suma ya 18 encuentros de Liga consecutivos sin ganar (14 con Las Palmas).
De momento, el técnico barcelonés no es señalado como el culpable por la afición del Sevilla, que entonó con fuerza el “directiva dimisión”, un mensaje ya habitual en todos los partidos del Sánchez-Pizjuán desde hace bastantes meses. Pero ya se sabe. Pimienta tiene que empezar a tocar cosas o exigir fichajes a los que el Sevilla, ahora mismo, no puede acceder.
La situación es crítica y la presión sobre la directiva y el técnico es cada vez mayor. El Sevilla necesita urgentemente una reacción para evitar un descenso que parece cada vez más probable.
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