La Real Sociedad logró un empate 1-1 en su más reciente encuentro como visitante frente al equipo de Getafe. El partido, disputado con gran intensidad, dejó a ambos equipos con un punto en la tabla de posiciones. Desde el inicio, La Real Sociedad mostró su determinación por conseguir la victoria, sin embargo, un gol tempranero por parte de Getafe cambió el rumbo del encuentro. A pesar de los esfuerzos de ambas escuadras, el marcador se mantuvo igualado hasta el final del tiempo reglamentario. Este resultado supone un reto para La Real Sociedad en su próxima jornada, donde buscará recuperar terreno y sumar de a tres en su camino hacia la cima de la tabla.
Real Sociedad empata en un partido mediocre ante Getafe
La diferencia mengua, como las fuerzas y el juego de una Real poco convincente en Getafe. Los txuri urdin se quedaron varados al calor del mediodía en el Coliseum pese a adelantarse en el marcador con un golazo de Barrenetxea y facturaron un partido mediocre que no perdieron por un hecho casi paranormal en una falta botada por Óscar. Un punto más, un partido menos y el Betis dos puntos más cerca, a sólo tres puntos. Era uno de los encuentros de los 'de ganar' que le quedaban a los de Imanol en un calendario final matador. El pasaporte habrá que ganárselo con alguna gesta, el triunfo ante algún grande o contra el Betis en su casa, aunque esta Real, ahora mismo, no parece proclive a proezas.
No, no está fina la escuadra de Imanol, pese a que ha sumado 11 puntos de los últimos 15. Le faltaban dos piezas básicas como Zubeldia y Zubimendi, pero poco justifica el rendimiento a partir de que el Getafe se ajustara allá por el minuto 15. Dos empates consecutivos ante el Almería y un Getafe muy mermado por la ausencia de Mayoral retratan los males de un equipo que ahora no parece tener jugadores a los que encomendarse. Le Normand y Turrientes fueron los realistas más destacados. Lo dice todo. Y para coronar otro duelo decepcionante, otra actuación rocambolesca de Sadiq, que pidió tres disparos clarísimos delante del portero. Necesita algo más que confianza, más bien un diván.
Imanol sorprendió más en el diseño de su alineación manteniendo a Becker en el 'once' en lugar de Kubo que en la identidad de los sustitutos de los sancionados Zubeldia y Zubimendi. Pacheco, que sufrió con Latasa, y Turrientes, que parecía que había jugado toda la vida en la posición de '4' fueron los elegidos y en esos primeros compases no parecía añorar a sus pilares suspendidos.
De hecho, el gran gol de Barrenetxea en el minuto 12 fue el lógico fruto del dominio y el mejor hacer de una Real que encontraba la manera de salir con Turrientes por dentro y con los volantes, Merino y Zakharyan, un poco más abiertos y adelantados. No obstante, el tanto llegó a la carrera, en una jugada de transición perfectamente trazada entre Le Normand, que quebró con riesgo a Latasa antes de apoyarse en Zakharyan, que fue quien lanzó al espacio Becker tras revolverse.
El choque del Coliseum, pese al calor y la hostilidad del enemigo, se le ponía disfrutón a una Real dominante y poderosa, que estaba sometiendo al Getafe. Pero quizá volvió a recrearse en demasía en el tiki taka en lugar de buscar la profundidad con los dos puñales de sus bandas y cayó un tanto en las fauces de un rival muy agresivo que no hacía prisioneros en las disputas. La Real tampoco eludió el aspecto bélico de algunos lances y metió duro el pie y puso el pecho a las balas.
En ese escenario, como le sucedió ante el Almería, la escuadra de Imanol pagó carísimo su único desajuste defensivo de la primera parte. Diego Rico centró con excesiva facilidad desde la izquierda para la entrada de Maksimovic, que fue como un tsunami para cabecear el balón por encima de todos y provocar un paradón casi inhumano de Remiro, que sacó una mano prodigiosa. En el rechace marcó Óscar, pese a que el portero navarro parecía que había facturado otro milagro, aunque desde dentro de la portería. Ya era gol, pero, para que no quedaran dudas, en la jugada siguiente marcó de cabeza un Latasa que había arrollado a Pacheco, se lo había almorzado tras un centro de Greenwood.
La Real de Imanol siempre lo ha logrado en el tramo decisivo. Sólo queda confiar.
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