La norma, el milímetro y el patinazo: el caso Wenger
El fútbol es un deporte que se rige por normas y reglamentos, pero en ocasiones, la interpretación de estos puede generar polémica. Un claro ejemplo de esto es el caso de Arsène Wenger, técnico del Arsenal Football Club, quien en un partido contra el Manchester City, protagonizó un pátinazo que ha generado debate en el mundo del fútbol. La pregunta es, ¿dónde está el límite entre la estrategia y la trampa? ¿Es aceptable que un entrenador busque aprovechar al máximo las normas para obtener ventaja en el partido? En este caso, Wenger ha generado una gran cantidad de comentarios y opiniones encontradas, y es momento de analizar lo sucedido y reflexionar sobre el papel del técnico en el fútbol moderno.
Wenger y la polémica: ¿flexibilizar la norma de fuera de juego?
El gol anulado a Andersen en el partido entre Dinamarca y Alemania ha generado un gran debate sobre la norma de fuera de juego. El lateral diestro danés estaba apenas dos minutos antes de que se cometiera el penalti que sentenció su choque con Alemania. En ambas acciones, el VAR intervino a favor de los locales.
La indignación danesa es comprensible, pero no significa que el gol estuviera mal anulado. Por milímetros, pero sí, el danés estaba en fuera de juego. Reglamento en mano, estaba más adelantado que el último defensa alemán. Y esto es fuera de juego.
Suponiendo que la línea que tiró el ordenador y la digitalización de la imagen de los jugadores implicados fueran correctas, ¿hay que flexibilizar la norma? Algunos defienden que un margen tan escaso como el de la punta de la bota no da ventaja al delantero. Y que el fuera de juego no debería pitarse cuando estuviera, simplemente, adelantado, sino cuando estuviera, por ejemplo, 20 centímetros adelantado.
¿Cambiaría esto algo? No. Porque el día que en lugar de estar 20 centímetros adelantado lo estuviera 21 estaríamos en las mismas.
La norma, con sus defectos, es la que es. Se entiende el malestar de Dinamarca. Pero o cambiamos la norma del fuera de juego o hay que aceptarla tal cual está.
Arsène Wenger, el ideólogo de algunas de las grandes modificaciones del reglamento en los últimos años, defiende que el fuera de juego desaparezca siempre que alguna parte del cuerpo del delantero esté por detrás del defensa que marque la línea. Con esta teoría, el gol de Andersen habría subido al marcador. Es una opción. Pero de momento, solo eso, una alternativa.
Y ojo, que el próximo curso el fuera de juego semiautomático llega a nuestra Liga. Y empezaremos a ver goles anulados por esos milímetros de más que tanto encendieron el sábado a los daneses. En según qué partidos pase, la polémica durará menos que nada. Si pasa en un Clásico. Wenger ya se frota las manos.
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