La emocionante cita en el 'North London' entre los equipos de fútbol Tottenham y Arsenal

La emocionante cita en el 'North London' entre los equipos de fútbol Tottenham y Arsenal

Este fin de semana, los aficionados al fútbol inglés vivirán una de las citas más esperadas de la temporada. El derbi del Norte de Londres tendrá lugar en el emblemático estadio de Tottenham Hotspur, donde los Spurs recibirán a sus rivales de siempre, el Arsenal FC. La emoción ya es palpable en el ambiente, ya que este partido promete ser un auténtico duelo de titanes entre dos de los equipos más laureados de la Premier League. La rivalidad entre estos dos conjuntos es legendaria, y la expectativa es que esta cita sea una verdadera guerra de Londres.

Rivalidad eterna: Tottenham y Arsenal se enfrentan en un North London Derby emocionante

En un recorrido a lo largo de la Seven Sisters Road, una avenida que recorre los distritos de Islington, Hackney y Haringey del 'North London', puede verse una amplia zona de comercios y negocios donde conviven las aficiones de Tottenham Hotspur y Arsenal. Forman un símbolo del multiculturalismo de la capital inglesa, que distingue también a los dos clubs del norte de Londres.

Son rivales acérrimos, unidos por una larga historia de desencuentros. Se detestan, pero necesitan, y sus dos aficiones forman dos de las comunidades futbolísticas más apasionadas. Su enemistad alimenta el vibrante fútbol inglés, sobre todo por una de sus claves, el orgullo de pertenencia a sus clubs, que se enfrentan el domingo, en el Tottenham Stadium.

La historia de odio y respeto entre Tottenham y Arsenal antes del derbi

El surgimiento de esta caliente rivalidad se remonta a más de cien años, cuando, por problemas financieros, el Arsenal se trasladó desde Plumstead, en el sureste de Londres, junto al río Támesis, hasta el barrio de Highbury, al norte de la capital, para jugar en un estadio con mayor capacidad. La cercanía a White Hart Lane, el territorio del Tottenham, provocó recelos y un sentimiento de invasión entre los aficionados de los 'spurs', aumentado en los años 50 cuando el Arsenal usó su mayor influencia federativa para perjudicar al Tottenham, que tuvo que descender.

De hecho, los mejores resultados de los 'gunners' se usan como chanza por parte de los seguidores del Arsenal, quienes siguen ensañándose con los pocos éxitos del Tottenham. Uno de sus cánticos preferidos alude a la sequía de los 'spurs': 'Have you ever seen Tottenham win the league?' 'Alguna vez has visto al Tottenham ganar la liga?'.

La cita más esperada del North London: Tottenham y Arsenal se miden en un emocionante duelo

El actual Tottenham Hotspur tiene, sin embargo, un orgullo que mostrar. Pasa por ser ahora un modelo de gestión. Ha sido elegido como el club de fútbol mejor administrado de Inglaterra. Su moderno estadio multiusos es una envidia por su belleza y explotación comercial. Sus instalaciones deportivas de Hotspur Way, levantadas con todos los criterios ecológicos de sostenibilidad, son también un referente.

A los Spurs se les reconoce un enfoque clave en la sostenibilidad, la participación de los aficionados y la prestación de servicios a las comunidades locales. Una de ellas es la judía, por su cercanía al barrio de Stamford Hill. Al Tottenham se le ha considerado siempre el equipo 'yiddish', y hasta su propietario, el 'duro' negociante Daniel Levy, es de origen judío.

Parte de sus seguidores asumieron esa identidad haciéndose llamar la 'yid army', pero el club ha preferido en los últimos años desmarcarse y hacer gala de su multiétnica diversidad.

El Tottenham se ha modernizado bien y se encuentra en una situación financiera saludable para la etapa 'post-Harry Kane', su referente en una década. 'Dare dream do' (Atrévete a soñar') es el lema del club, que siembra unidad.

Sólo han surgido discrepancias en la afición por el aumento en los precios de los abonos para la nueva temporada, y la eliminación de las concesiones para los abonados mayores de 65 años. La Tottenham Hotspur Supporters ha censurado al club porque les quita la alfombra a los jubilados tras años de apoyo leal”. Cierto descontento también es por la falta de títulos. Pesan mucho los 16 largos años sin trofeos.

Y para cambiar la dinámica perdedora llegó el pasado año el grecoaustraliano Ange Postecoglou, que supo muy pronto inyectar ambición. En su segunda temporada, el técnico goza de la confianza del club, tras revitalizarlo con un estilo de juego valiente, aunque no es fácil crear cimientos sólidos en Tottenham, con una afición tan singular.

Su objetivo principal es asegurar un puesto entre los cuatro primeros, para recuperar su lugar entre la élite europea.

Solanke, el goleador esperado

Los 'spurs' han dado un paso llamativo con el fichaje de Dominic Solanke (Bournemouth), llamado a ser un referente en su delantera. Aunque no ha podido debutar por lesión, han invertido 55 millones por sus 21 goles de la temporada pasada. Él es la excepción lujosa de un proyecto que piensa en el futuro.

Todo el resto de fichajes son jóvenes con mucha proyección, con una edad media por debajo de los 20 años: Archie Gray (Leeds United), el sueco Lucas Bergvall (Djurgardens) y el extremo francés Wilson Odobert (Burnley).

La llegada de Solanke es una prueba de que los Spurs quieren ganar lo antes posible, pero su enfrentamiento con el más señorial y glamuroso Arsenal llega, sin embargo, en un momento de dudas, tras el parón internacional, los largos viajes de algunos de sus jugadores y un inicio irregular.

Lo compensan las bajas con las que el Arsenal llegará al Tottenham Stadium. Las lesiones de Odegaard y Mikel Merino han sido un golpe duro para los planes de Mikel Arteta. Se juntan a la del italiano Calafiori, y a la ausencia de Declan Rice, tras su expulsión frente al Brighton, con lo que los 'gunners' tendrán que improvisar su línea de mediocampo.

La situación provocará un dolor de cabeza inesperado para Arteta en una semana crucial en la que deberán viajar a Bergamo, para jugar contra el Atalanta, en la Champions League, y enfrentarse luego al Manchester City. No se sabe si por casualidad o porque las coincidencias negativas siempre van juntas, pero a las dificultades deportivas de los 'gunners' se les ha unido la decisión arbitral de no permitirles jugar con su habitual camiseta, por ser “demasiado blanca”. Vestirán así su segunda equipación, la negra con ribetes rojos y verdes en honor a las raíces africanas de un sector de su afición, pero es la primera vez en 38 años que el Arsenal no podrá jugar de rojo en el 'North London Derby'.