La cláusula de rescisión de Nico Williams es clave para su fichaje por el Barça, y él es quien la paga
En el mundo del fútbol, las cláusulas de rescisión son aspectos clave en la negociación de los traspasos de jugadores. En este sentido, la noticia que ha generado gran revuelo en los últimos días es la relativa al joven delantero Nico Williams, quien se encuentra en el punto de mira del Barcelona. Según fuentes cercanas al club azulgrana, la cláusula de rescisión del jugador es un aspecto fundamental en su posible fichaje, y lo que llama la atención es que, en este caso, es el propio Nico Williams quien deberá pagar la cifra estipulada en la cláusula para que el traspaso sea efectivo.
La cláusula de rescisión de Nico Williams: el secreto para su fichaje por el Barça
Muchos se están hablando del futuro fichaje de Nico Williams por el FC Barcelona. Una operación que, según explica Fernando Polo en MD, ascenderá a 62 millones de euros, donde se incluyen los 58 millones de la cláusula más los 4 del IPC. El pago de la cláusula no requiere incluir nunca el IVA, y el IPC sí está recogido en la propia cláusula del futbolista.
Una operación donde hay un elemento determinante: la clave radica en el abono de la cláusula de rescisión. Un instrumento que, como hemos venido explicando en MD, es exclusivo de nuestra competición desde el año 1985 y según el Real Decreto 1006 que regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales. Y entre los distintos motivos de la extinción de la relación laboral, es el que se produce por voluntad del deportista.
La cláusula de rescisión: una figura laboral exclusiva
El artículo 16 del Real Decreto 1006 habla de La extinción del contrato por voluntad del deportista profesional, sin causa imputable al club, dará a éste derecho, en su caso, a una indemnización que en ausencia de pacto al respecto fijará la Jurisdicción Laboral en función de las circunstancias de orden deportivo, perjuicio que se haya causado a la entidad, motivos de ruptura y demás elementos que el juzgador considere estimable. En el supuesto de que el deportista en el plazo de un año desde la fecha de extinción, contratase sus servicios con otro club o entidad deportiva, éstos serán responsables subsidiarios del pago de las obligaciones pecuniarias señaladas.
Pero la clave radica en el pago de la misma, que debe realizar el propio futbolista. A quien el club azulgrana le entrega esa cantidad para que la deposite en la sede de LaLiga. En ese instante, Nico Williams sería libre para firmar por el FC Barcelona. Y como consecuencia de esto, el futbolista es la pieza clave y el club actual, el Athletic Club de Bilbao, se convierte en mero observador de la operación.
Si el jugador está convencido de jugar en el Barça, lo acabará haciendo. Incluso cuando hay clubes que ofrecen más dinero al futbolista, como el PSG. Si el navarro no quiere ir a París a jugar, jamás lo hará. Porque, como hemos explicado, es el futbolista o sus representantes quienes deben depositar la cláusula en la sede de la patronal. Y si el futbolista no está convencido, jamás se llevará la operación adelante.
La opción de oferta al Athletic Club de Bilbao
Luego está la opción que cualquiera de los clubes interesados por el pequeño de los Williams decidan hacer una oferta al Athletic Club de Bilbao por el jugador. Y aquí pueden pasar dos cosas. Primero que el club vasco se niegue en rotundo a escuchar o que ponga sobre la mesa una cifra que nada tiene que ver con los 58 millones de su cláusula. Y al final también aquí la opinión del jugador es determinante.
Todo esto sitúa al Barcelona como el mejor situado para poder llevar a efecto la operación, una vez que pueda ejecutarla según su 'fair play'.
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